Los institutos municipales de Ada Colau se saltan la ley de transparencia
Diez institutos municipales, entre los que se encuentran Servicios Sociales y Vivienda, no tienen a disposición de los ciudadanos las auditorías del ejercicio de 2017.
Ada Colau llegó a la alcaldía de Barcelona con una idea clave: transparencia. Sin embargo, a pocos meses de que concluya su mandato al frente del Ayuntamiento, el portal online de transparencia del consistorio deja mucho que desear en cuanto a los estándares defendidos por la alcaldesa en rendición de cuentas.
Una de las primeras carencias de la información aportada por el Ayuntamiento es la referida a los informes de auditorías, que solamente se ofrecen desde el año 2014. Lo cual significa que todas las auditorías realizadas durante esta legislatura no están accesibles para los ciudadanos.
Entre las 45 entidades municipales, destacan los diez institutos municipales (Discapacidad, Informática, Hacienda, Mercados, Educación, Paisaje Urbano, Deportes, Servicios Sociales, Vivienda y Cultura), muchos de ellos bien conocidos por los vecinos ya que prestan servicios cotidianos a los ciudadanos. Ninguno de estos entes tiene online en el portal de transparencia la auditoría del ejercicio de 2017.
INCURIA Y FALTA DE PROFESIONALIDAD
Aunque los datos referidos a la hacienda municipal (referida a impuestos, tasas y calendario fiscal) o las subvenciones están actualizados, otro de los capítulos más incompletos es el contratación pública. En este apartado, hay tres entidades municipales que no tienen actualizados sus contratos vigentes: Barcelona Gestión Urbanística, SA (BAGURSA), Consorcio Campus Interuniversitario Diagonal-Besòs y Consorcio El Faro, Centro de Trabajos del Mar (este último no se actualiza desde 2016).
Asimismo, se observan deficiencias en la gestión indirecta de los servicios municipales. Los detalles de estos contratos (cuyo contenido no se actualiza desde 2015) contienen además múltiples erratas a la hora de introducir los datos, lo cual demuestra incuria o falta de profesionalidad a la hora de ofrecer esa información a la ciudadanía.
LOS CONVENIOS, OTRA ASIGNATURA PENDIENTE
En los acuerdos contraídos entre el Ayuntamiento y multitud de entes de la ciudad (como teatros o museos) hay una falta absoluta de puntualidad a la hora de rendir cuentas. Por ejemplo, en el caso del Consorci Museu de les Ciències Naturals de Barcelona no existen convenios disponibles desde el 23 de diciembre de 2015, o en el del Mercat de les Flors sí se ofrece un convenio actual hasta 2020, pero el resto aparecen con fecha de caducidad de 2016.
Tampoco las fundaciones Navegació Oceànica de Barcelona y la Carles Pi i Sunyer, el Institut de la Infància i l’Adolescència o Localret cuentan con información actualizada. Uno de los casos más curiosos es el de la Associació Xarxa Internacional Ciutats Educadores, cuyo último convenio registrado tiene fecha de diciembre de 2015.
Destaca también el caso de la importancia red de bibliotecas del área metropolitana, cuyos convenios se presentan solo hasta febrero de 2018.
¿SIN OBRA PÚBLICA EN 2018?
La última de las ausencias notables del portal de transparencia es la referida tanto a los licitadores de contratos de grandes obras, como a las modificaciones de los contratos de obra pública. En ambos casos, los datos que se aportan terminan en 2017, sin que consten documentos actualizados de este ejercicio. Tampoco se ofrecen las últimas memorias estadísticas de contratación pública (la última data de 2016).
Resulta extraño que el Ayuntamiento no haya licitado ningún contrato de obra pública en 2018, ni haya modificado ningún detalle de contratos anteriores. Pero esa es la información que el equipo de Ada Colau ofrece a sus vecinos.
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