Theresa May afronta una moción de censura tras perder la votación del Brexit

 

Los representantes de los británicos han votado "no" al acuerdo negociado por Theresa May con Bruselas. 432 parlamentarios han votado en contra del acuerdo, frente a 202 que lo han respaldado. Además, la conservadora ha anunciado que este miércoles 16 de enero se someterá a una moción de confianza.

Ante este varapalo, ahora se abre un periodo de incertidumbre marcado, además, por las dudas sobre el futuro de la 'premier': May puede dimitir y convocar elecciones de forma anticipada o bien ofrecer un nuevo acuerdo aún "más suave" a la Cámara de los Comunes en unos meses.

Este martes se votaba en Westminster el pacto de salida alcanzado entre las autoridades europeas y las británicas. Durante una de sus intervenciones, Theresa May ha afirmado que "los diputados están aquí (en el Parlamento) para servir al pueblo que hizo cola para votar en el referéndum y que confía en los políticos". Con estas palabras, la primer ministro trataba de recabar in extremis un respaldo que ya se presagiaba inexistente horas y hasta días antes.

¿POR QUÉ ESTE VOTO NEGATIVO?

Las razones de la negativa de los parlamentarios al acuerdo son variadas. Por un lado se encuentran los 'tories' que se oponen a May por considerarla blanda y traidora al sentido del voto de los ciudadanos. Estos diputados conservadores, encabezados por Jacob Rees-Mogg, ya intentaron echar a May del poder en diciembre mediante una infructuosa moción de censura.

En las antípodas de estos representantes se encuentra el Partido Laborista, que ha aprovechado esta votación para darle un severo correctivo a la líder británica. Pese a que su líder, Jeremy Corbyn, no se muestra partidario de un nuevo referéndum, como cada vez defienden más votantes laboristas.

Tampoco los socios de gobierno de Theresa May, los diputados del DUP (Partido Unionista Democrático), han respaldado el acuerdo. Su motivo: la frontera norirlandesa. Pese a que ayer mismo May logró que Bruselas enviase una carta para convencerlos sobre la nula pretensión territorial de las autoridades europeas en la provincia británica sita en la isla de Irlanda, el fantasma de la frontera en el Ulster ha decantado finalmente su voto hacia el "no".

EL PEOR DE LOS FINALES

A dos meses para la entrada en vigor del Brexit, el caos se ha adueñado de la situación. El peor de los desenlaces, un Brexit sin acuerdo, se abre camino en las conciencias de los ingleses. La división en el seno de los partidarios del 'leave', la falta de organización política de los 'remainers' y el enfrentamiento entre derecha e izquierda ha lastrado todo el proceso de negociación con Bruselas.

Finalmente, los británicos parece que abandonarán el marco comunitario de un día para otro, sin acuerdo entre ambas partes y con una miríada de flecos pendientes en asuntos tan relevantes como la política aduanera, los derechos de los británicos que viven en territorio continental o el marco jurisdiccional que debe aplicarse de ahora en adelante. El presagio se ha convertido en realidad.

REACCIONES EN ESPAÑA Y EN LA UE

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, ha calificado este martes de "mala noticia" la votación en contra del acuerdo sobre el Brexit negociado por el Ejecutivo de Theresa May y la Unión Europa. También el presidente del Gobierno ha lamentado el resultado negativo salido de Westminster a través de su cuenta de Twitter.

Por otro lado, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, reclamó "valor" para encontrar "la única solución positiva" al proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea.

"Si un acuerdo es imposible, y nadie quiere un 'no acuerdo', ¿quién tendrá finalmente el valor de decir cuál es la única solución positiva?", reclamó Tusk en su cuenta de Twitter.