​Ángel Simón defiende la colaboración público-privada como vía en la gestión del agua

El presidente de Agbar alerta de la falta de inversión en la depuración del agua del área metropolitana.

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Àngel Simón Agbar

 

El presidente de Agbar y vicepresidente ejecutivo de Suez, Ángel Simón, ha alertado este jueves de la falta de inversión para mejorar la depuración del agua del área metropolitana, que ha calificado de "necesidad imperiosa", y ha defendido la colaboración público-privada en la gestión.


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En una conferencia PwC Talks La Vanguardia que ha sido moderada por el socio director de la consultoría en Catalunya, Ignacio Marull, Simón también ha defendido la colaboración público-privada como única vía para la gestión del agua: "No hay debate".


Cree que la colaboración entre administraciones y entidades privadas es la única vía posible para afrontar con éxito los retos de futuro del sector, que ha situado en la eliminación de la pobreza y el acceso al agua, su saneamiento y el estrés hídrico que van a vivir las grandes urbes.


Simón ha explicado que desde que Aigües de Barcelona asumió la depuración del agua del área metropolitana han puesto de manifiesto en más de una ocasión la necesidad de inversión.


Preguntado por el concepto de 'remunicipalización', Simón ha asegurado que este es un invento comunicacional y que el servicio del agua es claramente público y de competencia municipal, y ha aseverado que la gestión pública no es ni más eficiente ni más barata: "El agua que cae del cielo es gratis pero llevarla a las casas no lo es".


También ha defendido la economía circular y un modelo de gestión de recursos más sostenible siempre que las medidas "no sean demasiado onerosas para la sociedad" y ha valorado el Ministerio para la Transición Ecológica como un primer paso hacia este fin.


BARCELONA


Sobre la situación política en la capital catalana, Simón ha afirmado que falta estabilidad para que la marca Barcelona vuelva a ser un "valor añadido" para las empresas que comercian en el exterior.


Ha recordado que en la década de los 90, cuando vendía en el extranjero, el producto siempre iba acompañado de la marca Barcelona: "Una determinada situación de la ciudad ayuda a las empresas a vender el producto porque le da un valor añadido y hoy ya no es así".


"¿Cómo volvemos a poner Barcelona en el mundo para que sea una firma que te está aportando valor y no que resta valor? Necesitamos tranquilidad y seguridad institucional", ha concluido.

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