Simbología del ‘procés’: el Tribunal estudia restringir que sólo los acusados puedan lucir lazos amarillos

El lazo amarillo, adoptado de la cultura norteamericana donde simboliza ‘la esperanza del regreso a casa’ de aquellos que se fueron del país, persiste como protesta ante un uso 'injusto' y antidemocrático de la ley, una denuncia de que existan presos políticos encarcelados, según los independentistas, únicamente por su ideología.

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Barcelona lazo amarillo presos

 

El Tribunal que lleva la causa del ‘procés’ ultima ya los preparativos para el Juicio del 1-O, el más destacado de todos los procesos penales que están derivando entre la justicia española y los defensores, ya sean políticos o civiles, de la independencia unilateral de Catalunya.


Antes del 5 de febrero, este Tribunal se está planteando el protocolo de actuación ante la simbología que puedan mostrar los doce políticos catalanes que irán a juicio acusados de rebelión, centrándose en los lazos amarillos como principal símbolo de crítica al encarcelamiento provisional (que ya lleva siendo más de un año) de los líderes independentistas.


El 17 de octubre de 2017, se empezaron a emplear los lazos amarillos, un día después de la entrada en prisión de Los Jordis, por orden de Carmen Lamela, la jueza de la Audiencia Nacional. Desde entonces, el lazo amarillo se ha convertido en una iconología más de la política catalana, luciendo en las propias personalidades políticas, pasando por las instituciones de la Generalitat y hasta hace relativamente poco en numerosos Ayuntamientos, hasta llegar a los adeptos civiles al independentismo o personas mediáticas a favor del secesionismo catalán como el técnico del Manchester City y exentrenador del FC Barcelona, Pep Guardiola.


Barcelona lazo amarillo presos


Simbología problemática

El problema de este símbolo reside en el significado propio que le han dado los independentistas. Y es que el lazo amarillo representa el rechazo hacía la ley española, considerándola ‘injusta’ por haber encarcelado a políticos por su ideología, contraria a la unidad de España. Una crítica que también ataca de manera generalizada al Tribunal y a la Fiscalía que juzgaran los hechos de septiembre y octubre de 2017, desafiando sin que aún se hayan producido, las decisiones de la justicia española.


Aun así, para respetar el derecho de libertad de expresión y encontrar el equilibrio ante este gesto, los magistrados están estudiando no impedir que en el juicio, los acusados sí luzcan este símbolo, pero en exclusividad.


Los abogados, familiares de los acusados y el resto de asistentes al juicio no podrán en principio llevar el lazo amarillo. Por ello, se ha valorado también cómo actuar si aparece el símbolo entre este público, tomando consciencia del peligro de que se desencadene una guerra de insignias como las que ya se han visto en ocasiones anteriores a las puertas del Supremo entre personas que muestran su apoyo a los procesados y aquellos que rechazan su acción.


Lazos amarillos contra banderas españolas, un terreno peligroso en una vista que contará con la presencia de Vox como acusación particular contra el independentismo.

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