Denuncian ante la justicia el caos en la cárcel de jóvenes de La Roca
El sindicato CSIF critica que la conflictividad se ha disparado en este centro y ha pasado a ser una de las prisiones catalanas donde los funcionarios sufren más agresiones.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado ante el Juez de Vigilancia Penitenciaria el incumplimiento de las edades reglamentarias en el Centro Penitenciario de Jóvenes de La Roca del Vallés.
Según informa el sindicato, el reglamento penitenciario establece que los centros de jóvenes solo podrán tener internos de 18 a 21 años y excepcionalmente hasta los 25 años teniendo en cuenta la máxima protección de los jóvenes dado que es una población muy vulnerable.
Pero los funcionarios denuncian que la excepción ha pasado a ser una norma. Desde el cierre de la Modelo, muchos internos de hasta 25 años se han trasladado forzosamente a un centro como el de La Roca, clasificado de "segunda categoría" por las características de su población interna.
Los servicios jurídicos de CSIF han llevado esta vulneración de la edad de los jóvenes ante el Juez de Vigilancia Penitenciaria para que vele por la protección de los internos más jóvenes, ya que la conflictividad se ha disparado en un centro que tradicionalmente era poco problemático y ha pasado a ser una de las prisiones catalanas donde los funcionarios sufren más agresiones.
INCIDENTES A DIARIO
El sindicato ha puesto en conocimiento, por ejemplo, que en apenas cuatro días --del sábado 19 al jueves 24 de enero--, se produjeron en el centro tres peleas multitudinarias, dos en el módulo 4 y otra en la calle mayor de la prisión, sembrando el "caos" en el centro.
En total, hasta once internos acabaron en aislamiento por los distintos episodios. De hecho, el sindicato explica que deberían haberse internado más personas, pero que por falta de plazas no fue posible llevarlo a cabo.
Ante esta situación, la organización sindical apunta a la directora del centro: "gestiona el centro como si fuera un casal de verano de niños pequeños", añadiendo que "esta permisividad provoca la pérdida de autoridad de los funcionarios y alteraciones regimentales muy graves, poniendo en riesgo la integridad de todos los funcionarios y profesionales que prestan servicio en la prisión así como la de los internos".
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