Jordi Sànchez también se declara "preso político"
El ex presidente de la Asamblea Nacional Catalana asegura que las acusaciones de Fiscalía son "absolutamente falsas"
El ex presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sànchez se ha definido ante el tribunal que juzga el proceso independentista en Catalunya como un "preso político", como hicieron Oriol Junqueras y Raül Romeva, y considera que el juicio en el Supremo también es un proceso "político", pero ha dicho que va a dar al tribunal la "oportunidad" de demostrar su imparcialidad.
Con un lazo amarillo en la solapa de su chaqueta, y una vez ha manifestado sus quejas con respecto al idioma en que va a declarar, Sànchez ha dicho que está "convencido de que todos los hechos" de los que le acusa la Fiscalía son "absolutamente falsos" y, por eso, no tiene ningún "temor a responder", pues su "obligación es dar respuesta a la verdad".
Después de recordar que el Tribunal Supremo se define como imparcial, el acusado ha adelantado que contestará durante su comparecencia a Fiscalía y Abogacía del Estado -no así a la acusación popular que ejerce Vox- porque quiere "dar la oportunidad" de mostrar esa imparcialidad. "No tengo ningún temor a poder responder y ofrecer la verdad", ha manifestado.
Sànchez, el décimo acusado en ser interrogado, ha comenzado a declarar en el juicio poco después de las 11.15 horas. Tras sentarse a la mesa destinada a los comparecientes, justo enfrente de los magistrados, el también diputado de JxCat -suspendido tras su procesamiento por rebelión- ha comenzado su intervención lamentando que el tribunal no haya accedido a una traducción simultánea del catalán.
Como el resto de acusados, Sànchez ha renunciado a la traducción consecutiva y ha desdeñado los argumentos que esgrimió el primer día del juicio el presidente del tribunal, Manuel Marchena, sobre las razones emocionales que puede haber para querer declarar en catalán.
"Mi derecho no es poderme expresar respecto a mis sentimientos, sino defenderme ante una acusación injusta", ha señalado.
En este sentido, ha reivindicado que tiene "el mismo derecho que cualquier ciudadano a usar" su lengua materna porque con ella puede "ofrecer una mayor naturalidad en la defensa" de sus planteamientos. Y al mismo tiempo, ha lamentado que el tribunal haya "perdido una oportunidad de hacer pedagogía de lo que es un Estado plurinacional". "Si tuviéramos una actitud distinta de las autoridades del Estado, este juicio no tendría sentido", ha apuntado.
El Ministerio Público solicita para Sànchez 17 años de prisión por un delito de rebelión. La Abogacía del Estado rebaja su petición a 8 años de cárcel por sedición. Mientras, Vox le acusa de dos delitos de rebelión y uno de organización criminal y reclama hasta 62 años.
ACTUACIÓN DE LA POLICÍA
El fiscal ha insistido sobre por qué hicieron llamadas a votar ese día, el acusado ha afirmado que "el derecho de manifestación, la libertad de expresión" para defender la autodeterminación "no es un acto ilegal". También ha dicho que no imaginó que se pudiera producir la violencia que luego se vivió el 1-O.
Sobre este asunto, ha explicado que le "consta" que en algunos colegios hubo una actuación policial "desproporcionada", pero también que varios agentes sufrieron "algunas contusiones". "¿Le consta que algunos agentes fueran repelidos por vallas?", ha preguntado el fiscal, a lo que ha contestado que no.
"Sólo le consta lo otro", le ha reprochado Zaragoza después, para a continuación preguntarle si sabía que un policía atendió a un ciudadano que había sufrido un ataque al corazón. "Eso dignifica al responsable policial", ha destacado Sànchez.
Sànchez ha aprovechado para destacar que millones de personas vivieron ese día "un auténtico terror" debido a la "violencia policial", que nunca había "imaginado". En este sentido, para justificar que no en ningún momento se impidió la actuación de los Mossos d'Esquadra para acatar el mandamiento judicial, ha indicado que en el sumario se detalla que la policía autonómica incautó 134 urnas "sin violencia" y la Policía y Guardia Civil 152, respectivamente; así como que los Mossos cerraron 400 colegios y mientras que los otros dos cuerpos sólo clausuraron alrededor de 50 cada uno.
SÀNCHEZ ALUDE AL 'WHATSAPP' DE COSIDÓ
Así, sobre su posible colaboración para impedir que los policías pudiesen impedir el 1-O, el fiscal Zaragoza le ha mostrado un correo electrónico enviado al expresidente de la ANC, en el que se proponía "aparcar coches delante de los colegios". Sànchez ha negado haber visto en alguna ocasión esa misiva y ha apuntado que sería conveniente que el emisor, Xabi Strubell, fuese citado a declarar como testigo.
Ante las dudas mostradas por el representante del Ministerio Público porque Sànchez ha dicho que "no ha intercambiado ningún correo con ninguna persona" sobre esta cuestión, el acusado ha hecho alusión al mensaje enviado por el senador del PP Ignacio Cosidó sobre la propuesta de Marchena para ser presidente del Consejo General del Poder Judicial: No quiero ser impertinente, pero hay whatsapps que se han enviado y que han comprometido el buen nombre del presidente de esta sala y él ha dicho que no sabe nada".
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