Feminismo en la Iglesia: las superioras piden que las monjas puedan votar en los sínodos
"Esperamos que algún día podamos ser miembros iguales a los hombres del clero, que tienen derecho al voto", ha dicho Carmen Sammut, que representa a más de más de 700.000 monjas en más de 95 países.
Al papa Francisco se le abre un nuevo frente en el seno de la Iglesia: las reclamaciones de las monjas. La presidenta de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), que agrupa a alrededor de 2.000 congregaciones, a las que pertenecen más de 700.000 monjas en más de 95 países, Carmen Sammut, ha pedido el voto para las mujeres religiosas en los Sínodos, asambleas de obispos que el Papa usa como órgano consultivo para diferentes asuntos.
"Esperamos que algún día podamos ser miembros iguales a los hombres del clero, que tienen derecho al voto", ha dicho Sammut en una rueda de prensa en Roma organizada tras la histórica cita en el Vaticano para la protección de menores.
Sobre la cita que concluyó este domingo con un compromiso de la Iglesia para priorizar a las víctimas de abusos sexuales, Sammut ha hecho hincapié en que fue "la primera vez" en que un Pontífice invitaba a diez mujeres responsables de órdenes o congregaciones religiosas a participar en una cita de este calibre. "Esperamos que este ejemplo se repita en el futuro y que las religiosas podamos expresar más a menudo nuestra opinión", ha resaltado.
Summit ha recordado que escuchar los estremecedores testimonios de las víctimas de abusos de la Iglesia católica fue "muy chocante". "Me sentí realmente conmocionada por el hecho de que las víctimas no solo lo fuera por ser abusada sexualmente, sino también por no ser escuchada, por no ser creída por aquellos que habrían debido protegerla", ha manifestado.
La Superiora General de la Sociedad del Santo Niño Jesús, Veronica Openibo, quien arremetió durante la reunión antipederastia contra "la cultura patriarcal" presente en el ámbito de la sexualidad en toda la sociedad, ha señalado la "importancia" de que el Papa reconozca que la mujer es la imagen de la Iglesia.
"Tal vez las palabras que usa son diferentes a lo que a algunos les gustaría escuchar, pero nosotras esperamos que con él se produzcan cambios", ha resaltado Openibo, una de las tres mujeres que intervinieron con una ponencia durante las sesiones de trabajo.
Según ha manifestado, cuando regresó a seguir debatiendo con uno de los 11 grupos lingüísticos en los que se dividieron los 190 participantes de la cumbre vaticana, todos los obispos le dijeron que era "el tercer cardenal del grupo". También ha manifestado que deberían haber sido "más mujeres" las que participasen en el encuentro, pero ha señalado que, en cualquier caso, "se sintieron escuchadas y acogidas".
"Lo que tenemos que hacer ahora es dar esperanza a las víctimas y también esperanza a los fieles para el mañana. Porque si no hacemos nada ahora, podría ser demasiado tarde, porque la credibilidad de la iglesia está en juego", ha declarado.
Además, ha referido que el discurso de la periodista mexicana Valentina Alazraki, corresponsal en Roma y el Vaticano de Televisa, quien exhortó a los 190 participantes de la cumbre anti-pederastia del Vaticano a no considerar a la prensa como el 'lobo feroz' fue "muy comentada entre los participantes". "Todos experimentamos un trauma escuchándola y todos nos convertimos", ha concluido.
Escribe tu comentario