Calviño insiste en la 'tasa Google' pese al rechazo de los socios europeos en el Ecofin
La oposición frontal de Suecia, Dinamarca, Irlanda y Finlandia ha pospuesto un acuerdo sobre el impuesto, pero el Gobierno del PSOE defiende volver a proponerlo en un futuro.
La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, ha asegurado este martes que España "no renuncia" a la creación de un impuesto a nivel nacional que grave los ingresos de las multinacionales digitales a pesar de que haya sido bloqueado en la UE por el rechazo de Irlanda y los países nórdicos y de que el proyecto del Gobierno de Pedro Sánchez "decaerá" con el fin de la legislatura.
"La Comisión (Europea) no ha retirado su propuesta y, por supuesto, España no renuncia a seguir adelante con la adopción de este impuesto a nivel nacional", ha afirmado en una rueda de prensa posterior a la reunión de ministros de Finanzas de la UE (Ecofin).
Según ha explicado, el proyecto inicial del Gobierno "decaerá" al terminar la legislatura, pero un eventual nuevo Ejecutivo de Pedro Sánchez tras las elecciones del 28 de abril lo incluiría en unos nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE).
"Al igual que el presidente del Gobierno ha anunciado que su primera decisión será proponer un nuevo PGE después de la formación de gobierno, esto incluirá seguir adelante con el proyecto de una tasa digital, lamentablemente a nivel nacional", ha apuntado.
LOS NÓRDICOS, EN CONTRA
Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (Ecofin) han constatado este martes que no existe la unanimidad necesaria para crear un impuesto europeo que grave la actividad de las multinacionales digitales y han fiado su adopción en el futuro a un acuerdo en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Una gran mayoría de los socios comunitarios --entre ellos Francia, España, Alemania e Italia-- se han mostrado a favor de apoyar una versión reducida de esta tasa, que se limitaría a gravar la venta de espacios publicitarios y dejaría de lado el intercambio de datos de los usuarios y las actividades de intermediación.
Sin embargo, la oposición frontal de Suecia, Dinamarca, Irlanda y Finlandia a este impuesto ha hecho caer la propuesta, puesto que, al ser una reforma de materia fiscal, necesita el visto bueno de todas las capitales europeas.
El ministro de Finanzas de Rumanía, Eugen Teodorovici, que este semestre ostenta la presidencia de turno de la OCDE, ha reconocido este hecho al finalizar el debate público y ha afirmado que el asunto sólo volverá a la mesa de los ministros europeos si la OCDE no ha conseguido un pacto a finales de 2020.
"Si a finales de 2020 el acuerdo de OCDE requiere más tiempo, el Consejo podrá si fuera necesario volver a replantear los debates a nivel de la Unión Europea", ha explicado el ministro rumano.
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