El nuevo director del Servicio del Ciclo del Agua del AMB estuvo al frente de la privatización de Aigües Ter-Llobregat
Los "nombramientos del agua" en el AMB siguen deparando sorpresas: la salida de Juan Ramón Vázquez ha aflorado que estuvo simultaneando la gestión del agua en Terrassa con la dirección del Servicio del Ciclo del Agua a nivel metropolitano.
Llegan cambios al organigrama de gestión del ente metropolitano. En una de las últimas reuniones del AMB, se aprobó la renuncia voluntaria --con fecha de ejecución para el próximo 1 de abril-- de Juan Ramón Vázquez García como director del Servicio del Ciclo del Agua.
Vázquez, que según fuentes consultadas había mantenido una relación complicada con el resto del equipo, abandona el cargo y será sustituido por Joan Pinyol Ribas, una figura histórica de Convergència. Vázquez tenía una forma de trabajar que producía tensiones no solo con el resto de trabajadores, sino con algunas de las fuerzas políticas del AMB.
La salida de Vázquez ha revelado, según las mismas fuentes, que estuvo simultaneado durante once meses dos cargos en entidades relacionadas con la gestión del agua: por un lado, en Taigua (Aigua Municipal de Terrassa), y por otro con el cargo mencionado anteriormente en el área metropolitana.
LA VIEJA GUARDIA DE CONVERGÈNCIA TOMA EL CONTROL
El nuevo director de este servicio metropolitano del ciclo del agua es Joan Pinyol Ribas, que pasará a ocupar el cargo de forma inmediata en cuanto cese Vázquez. Pinyol tiene el perfil técnico y discreto del 'sottogoverno' convergente que durante años ha controlado los organismos públicos vinculados con la Generalitat.
Aunque su historial en calidad de gestor dista mucho de ser ejemplar. Pinyol estuvo entre 2011 y 2014 al frente de la gerencia de la Agencia Catalana del Agua (ACA), entidad que pergeñó la desastrosa privatización de Aigües Ter-Llobregat que posteriormente fue impugnada por la propia Generalitat y cuya indemnización aún está pendiente de resolverse.
Posteriormente, Pinyol también fue el gestor del Institut Català del Sòl (Incasòl), donde tuvo que afrontar las consecuencias de un ERE en la institución que afectó a un tercio de la plantilla.
DE TRABAJAR PARA AGBAR, A DEFENDER LA REMUNICIPALIZACIÓN DEL AGUA
Sin embargo, quizá lo más destacable del currículum de Pinyol sea que ya posee experiencia previa en el AMB: en septiembre de 2015 fue nombrado director de Medio Ambiente con una remuneración de más de 100.000 euros anuales.
Es en esta etapa donde se ve con claridad las contradicciones en la gestión del agua de Pinyol. Como director del AMB, solicitó a la Generalitat que el ACA redujese los precios del agua, pese a que esa tabla de precios había sido fijada por él mismo cuando estuvo al frente de la Agencia Catalana del Agua.
Quizá ante el desplome experimentado por CDC ante el empuje del independentismo, Pinyol haya querido buscar praderas más verdes apoyando una de las políticas estrella de Barcelona en Comú en el seno del AMB.
Atrás quedaron los tiempos en que el político convergente estuvo trabajando para Agbar: nada más y nada menos que once años de experiencia profesional en una empresa públicoprivada cuya gestión del agua ha sido alabada tanto por su transparencia como por su eficacia. Todo sea por seguir viviendo del erario público.
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