JxCat allana el camino al PSOE para lograr una investidura sin los independentistas
No relevar a los diputados suspendidos reduce a tres los votos de JxCat, volviendo más fácil 'a priori' la investidura por una mayoría simple.
Que JxCat es una jaula de grillos no es ningún secreto. Después de que el Tribunal Supremo impidiera a Jordi Sánchez asistir a la ronda de contactos del Rey para la investidura, el partido se negó en un primer momento a reemplazar a su presidenciable. Sin embargo, pocas horas después anunciaron que la exconsejera Laura Borràs asistiría a Zarzuela para transmitir al monarca la posición del grupo posconvergente.
Quizá por ese mismo descontrol dentro del grupo independentista, los diputados no han tenido en cuenta que no reemplazar a los diputados suspendidos allana el camino a Sánchez para lograr una investidura sin pactar con ERC ni JxCat.
Aunque la Mesa del Congreso haya descartado rebajar la mayoría absoluta, no relevar a los diputados suspendidos reduce a tres los votos de JxCat, volviendo más fácil 'a priori' la investidura por una mayoría simple. Para lograr la presidencia del Gobierno, todo candidato debe acumular en una primera votación 176 votos; pero si no lo logra, en votaciones posteriores basta con tener más votos positivos que negativos, puesto que las abstenciones no pueden adscribirse a ningún bloque.
La Mesa del Congreso acordó el pasado 24 de mayo la suspensión de los diputados presos con los votos a favor del PSOE, PP y Ciudadanos. Podemos rechazó que fueran apartados y votó en contra de la decisión. La decisión de los letrados era clara a la vista del artículo 384 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que imposibilita compaginar la labor de diputado con estar procesado por un delito de rebelión o sedición.
UPN Y CC TIENEN LA LLAVE
De entrada, si el PSOE suma a sus 123 diputados los 42 de Unidas Podemos, los seis del PNV, el de Compromís y el del Partido Regionalista Cántabro (PRC), Sánchez obtendría la cifra de 173 diputados, quedándose al filo de doblegar a sus opositores: PP, Ciudadanos y Vox ya tienen anunciados 147 votos en contra, y si a ellos se añaden los independentistas de ERC, Junts y Bildu, la oposición a Sánchez llegaría a 170.
En ese contexto de 173 votos a favor de la investidura de Sánchez frente a 170 en contra, la llave estará en la abstención de los dos diputados de UPN y las dos de Coalición Canaria. Si los cuatro votan en contra, Sánchez no superaría la investidura, pero si uno de los dos partidos se abstiene, logrará ser reelegido presidente.
ERC NO COPIA A JXCAT
El cuarto diputado suspendido, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, sí que va a ser relevado previsiblemente por otro representante de ERC en cuanto renuncie al escaño para poder acreditarse como eurodiputado.
En la decisión de ERC pesa también el viraje que la formación independentista está dando hacia un pragmatismo posibilista a la vista de un posible adelanto electoral en Catalunya. En el horizonte político catalán solo hay una posibilidad de pacto alternativo al gobierno conjunto separatista: una alianza de izquierdas entre PSOE, Podemos y ERC.
Los republicanos han digerido algo mejor el hecho de que la unilateralidad es una estrategia llamada al fracaso en la confrontación con el Estado, y preferirían mantener todos sus diputados en el Congreso para ser clave en algunas votaciones.
Frente a esta táctica, JxCat sigue presa de la agenda personal de Puigdemont, que llama continuamente al irredentismo y se proclama como presidente legítimo desde Waterloo.
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