Una oportunidad para formar a la comunidad gitana
La Obra Social "la Caixa" y la Fundación Secretariado Gitano firman un convenio de colaboracion que supone dar continuidad a las actividades que realizan conjuntamente desde 2007.
Laia Cortés vive en Sabadell. Es joven, mujer, gitana y casi universitaria, ya que la semana que viene tiene los exámenes de selectividad. "En el barrio hay muchas mujeres y hombres que no quieren continuar los estudios, que les parece extraño que quiera hacerlo, pero nosotros también podemos y también queremos", explica esta estudiante catalana.
Hace diez años empezó a participar en el programa Proinfància de la Caixa, gracias a un acuerdo con la Fundación Secretariado Gitano, y ese es el resultado. Ella quiere estudiar Ingeniería Biomédica y se siente orgullosa de tener planes de futuro más allá del mercadillo, que es el oficio de su familia.
"Mi padre trabaja en la venta ambulante. Él y mi madre decidieron que nosotros no teníamos por qué tener este futuro. Tenemos que crearnos un futuro a través de nuestros estudios. Tengo el apoyo de mis padres, mis tíos y mis abuelos", relata.
Reconoce que hay personas en el colectivo que ven con extrañeza su evolución, algo que no le frenó ni a ella ni a su familia.
"TODOS NOS SENTIMOS VALORADOS CUANDO NOS DAN UNA OPORTUNIDAD"
También Sebastián Cortés, de Sant Adrià del Besòs, conoció el Secretariado Gitano y los programas de formación de la Caixa, en su caso el Incorpora. Sebastián trabajaba en la venta ambulante hasta que le ofrecieron la oportunidad de formarse para tener un nuevo empleo. Ahora es cajero en el Carrefour en el centro comercial de la Maquinista y tras un año de experiencia tiene contrato fijo.
"Todos nos sentimos valorados cuando nos dan la oportunidad, y demostramos que podemos hacerlo", resume Sebastián, que asegura que en su caso personal no ha vivido situaciones de discriminación laboral sino que se siente uno más del equipo.
Para Sebastián, hay personas de su colectivo que "se sorprenden un poco" cuando ven situaciones de éxito como la suya "pero no porque sean gitanos, sino porque se ponen límites, y si tú mismo eres el que se pone límites, vas a llegar solo hasta donde tú te plantees llegar".
El caso de Nazareth Heredia tiene ciertas similitudes. Con 22 años y tras cursos de formación en el programa "Aprender trabajando" de Incorpora , es cajera en un frutería. Se siente orgullosa de sus logros, igual que su familia: "Están muy contentos y me apoyan a seguir adelante".
Este viernes, el director general de la Fundación Bancaria "la Caixa", Jaume Giró, y el director general de la Fundación Secretariado Gitano, Isidro Rodríguez, han firmado el convenio de colaboración que contempla el impulso de actuaciones sociales acerca de la promoción de la convivencia ciudadana intercultural, la atención a la infancia en riesgo de exclusión social y el fomento del empleo.
Solo en 2018, los programas de las dos entidades han contado con una inversión de siete millones de euros, de los que la mitad proceden del Fondo Social Europeo. Más de 7.400 personas participaron en los programas de inclusión sociolaboral y lucha contra la pobreza infantil en la comunidad gitana, a las que se suman 18.160 personas del proyecto de convivencia intercultural en el conjunto de España.
En el marco de la renovación del convenio, Giró ha destacado que el objetivo de la Caixa es "dar una oportunidad a las personas que lo necesitan" y colaborar en la integración social, económica y laboral del colectivo gitano.
Por su parte, Rodríguez ha puesto el foco en cómo los cambios a menudo no se ven de un día para otro sino que es cuestión "de años, o incluso de generaciones", y de ahí la importancia dar continuidad a los programas para ayudar a transformar la sociedad.
CUADRO 'FAMILIA GITANA'
Durante el acto, también se ha presentado el cuadro 'Familia gitana' del pintor Joan Martí (Barcelona 1936-2009), que retrató a una familia del barrio de barracas de la Perona en Barcelona, donde en la actualidad se ubican La Verneda y La Pau.
El contacto con la familia que aparece en el cuadro surgió a través del escritor Francesc Candel, que le pidió que le acompañase para conocer esta parte de la ciudad. Inicialmente, la familia receló de la oferta de quedar plasmada en una pintura, pero la persuasión de Candel y Martí les convenció.
'Familia gitana' estuvo durante años expuesta en el salón de la casa Martí, y ahora luce en el Palau Macaya de "la Caixa" tras una donación de la familia del pintor.
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