El PSOE quiere evitar fechas 'señaladas' en unas segundas elecciones
Los socialistas están barajando diferentes días para fijar la sesión de investidura de Pedro Sánchez, pero vigilando todos los inconvenientes posibles si sale mal.
El PSOE aún no tiene claro si va a poder formar Gobierno en primera o segunda vuelta e incluso se plantea seriamente la posibilidad de convocar nuevas elecciones. El problema, por eso, se centra ahora en las fechas más inmediatas. Fijar un día de julio para la primera sesión de investidura. Pero no está siendo fácil.
La fecha más cercana es el martes 9 de julio. Lo que supondría votar el 10 en primera vuelta o el 12 si se va a una segunda. Esto implica dos cosas. En primer lugar, menos tiempos para fijar acuerdos con los que parecen sus socios preferentes, Podemos. Las conversaciones parecen estar encalladas y eso implicaría la posibilidad de tener que posponer una nueva votación el 10 de septiembre o el 12. Eso supone un problema especialmente para los posibles apoyos de los partidos independentistas catalanes, porque el 11 de septiembre es la Diada de Catalunya y podría provocar el enroque de ERC y Junts per Catalunya.
Si, finalmente, Pedro Sánchez fija la sesión de investidura para la siguiente semana de julio, es decir, el 16 de julio, podría suponer un problema añadido. No sólo pasaría que la segunda vuelta podría ser pasado el 11 de septiembre, sino que además, unas posibles nuevas elecciones se sucederían para el puente de Todos los Santos. Un fin de semana de tres días que podría reducir aún más la participación. Las causas se explican por la última reforma de la ley electoral que estableció el gobierno del PP en 2016 para evitar que las elecciones coincidieran con el día de Navidad y que fijaba que sólo podían pasar 47 días y no 52 tras la disolución de las Cortes.
Esta fecha tiene todos los números para que no sea la escogida por los socialistas porque incluso el PP les ha advertido de este riesgo, ya que tampoco le interesan unas elecciones con una baja participación que también les podría perjudicar.
Así las cosas, la fecha para la sesión de investidura que podrían marcar este 2 de julio, Pedro Sánchez y la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, sería el 23 de julio. El único contra que tiene ese día es que es la fecha más alejada, pero eso no sólo evitaría los inconvenientes de las otras opciones sino que además daría más tiempo al PSOE para seguir buscando alianzas. Esta por ver, si, finalmente, se fija ya una fecha.
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