El monje de Montserrat Andreu Soler era un "depredador sexual"
Así concluye el informe de la comisión de investigación sobre los presuntos abusos a menores cometidos en el monasterio.
La comisión de investigación sobre los presuntos abusos a menores cometidos en el Monasterio de Montserrat (Barcelona) ha recibido 12 denuncias contra el monje Andreu Soler -fallecido en 2008-, sobre el que ha concluido que fue "un depredador sexual y un pederasta" que abusó en el entorno de los 'scouts' entre 1972 y 2000, mientras que ha recibido un informe sobre dos abusos en la Escolanía por parte del que fue responsable entre 1960 y 1968, V.T.M.
"Los abusos del hermano Andreu responden a un modo de vida, a un patrón repetitivo sin arrepentimiento, ni propósito de cambio, ni admisión de la culpa", lo que ve como doloroso, totalmente censurable e incriminable, ha concluido el informe.
El correo electrónico que abrió la comisión recibió un total de 12 denuncias, la última a fecha de 27 de febrero, y todas se refieren al monje Soler, siendo la mayoría menores de entre 15 y 17 años -en dos casos tienen 18 años-, con relatos muy similares.
El monje se acercaba a los menores "para ganarse su confianza y así poder abusar sexualmente de él" -aunque algunos casos no los conocía-, ya sea en una ocasión o repetidos en el tiempo, y en algún caso constatan violencia física, mientras que en otros fue un intento porque el niño lo logró evitar.
"Se observa, con el paso del tiempo, un agravamiento del delito y más urgencia en su realización", y los investigadores han constatado que tanto en los que fueron repetidos como en los que fue un solo abuso, la huella y las consecuencias emocionales y psicológicas son imborrables, como alertó el 'exscout' Miguel Hurtado, que fue el primero en sacar a la luz estos presuntos abusos a principios de año.
La comisión ha concluido que, en el caso de los abusos a escoltas que sitúa hasta 2000, "se omitió cualquier tipo de actuación", sin ninguna acción por parte del abad Sebastià Maria Bardolet (que estuvo entre 1989 y 2000), pero no puede concluir si se escondió o simplemente se actuó por desconocimiento, aunque relata que había rumorología suficiente para reunir a los padres, actuar contra Andreu Soler o apartarlo de los jóvenes.
El abad Josep Maria Soler tuvo conocimiento de esta denuncia seis meses después de su elección en 2000 y decidió apartar a Andreu Soler de los escoltas, lo envió al Monasterio del Milagro -sin contacto con menores- y se puso a disposición de la víctima y de su madre.
La comisión, constituida el 24 de enero, ha sido integrada por la abogada Cristina Vallejo, el médico Xavier Pomés y la psicóloga Begoña Elizalde, con participación, con voz y sin voto, del portavoz del monasterio, Bernat Juliol, que ha hecho tareas de secretario, coordinador y enlace con el monasterio.
Su trabajo ha consistido en la consulta de informaciones y archivos y entrevistas individuales a las que accedieron ocho denunciantes personas, así como con expertos en abusos a menores y con miembros de la comunidad monástica: el abad del monasterio, Josep Maria Soler; el abad emérito Sebastià Maria Bardolet y Josep Maria Sanromà (actualmente en Roma).
En un comunicado este viernes, la comunidad de Montserrat y el abad Soler han afirmado que hacen suyo este informe, en el caso de ambos agresores: "Ante estos casos vergonzosos de abusos a menores cometidos por miembros de nuestra comunidad, pedimos perdón a todas las víctimas y nos ponemos a su disposición", a la vez que ha manifestado su compromiso de lucha contra esta problemática social.
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