Torra riza el rizo: ahora pide recusar al recusador de su juicio por el lazo amarillo
El presidente de la Generalitat quiere apartar al magistrado que está revisando la recusación del presidente del TSJC. Torra argumenta que Carlos Ramos es un juez cercano al PSC y, por tanto, con interés directo en la causa.
Parece que Torra está buscando a un juez a su medida. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha presentado este martes un nuevo incidente de recusación ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) contra el magistrado Carlos Ramos, instructor de la recusación contra el presidente del alto tribunal catalán, Jesús María Barrientos, y la magistrada Mercedes Armas, quienes deben juzgarle por presunta desobediencia por mantener lazos amarillos en edificios públicos en campaña electoral.
En un escrito, Torra alega que el magistrado tiene "enemistad manifiesta" hacia él e interés directo en la causa al haber llegado al cargo a propuesta del PSC, y recuerda que este magistrado ya había sido recusado anteriormente como instructor de la causa en sus inicios, una petición que resolvió el mismo Ramos inadmitiéndolo.
Torra resalta que este magistrado fue instructor de la causa y miembro de la sala de admisiones de la querella, y que hizo manifestaciones "no solo vulneradoras del derecho a la presunción de inocencia sino que revelan un auténtico ánimo prejuzgador".
Según defiende en su escrito, Ramos hizo manifestaciones "rotundas y de evidente culpabilidad que reflejan, en toda su intensidad, la posición ya asumida por parte del instructor", al decir, en un auto, que Torra hizo una argucia para mantener los lazos, que tuvo voluntad obstativa y que quiso persistir en la desobediencia.
"FALTA DE IMPARCIALIDAD"
Afirma que recusan a este magistrado designado para resolver sobre la recusación de Barrientos y Armas porque, si ya tenían dudas acerca de la imparcialidad de la instrucción, ahora se les hace "más evidente la falta de imparcialidad para la resolución de este segundo incidente".
Asimismo, constata que Ramos tiene interés directo en la causa porque ocupa su plaza de magistrado en el TSJC a propuesta del PSC, un partido que tiene "obsesión política" para que Torra dimita o convoque elecciones.
Para Torra, la forma en que se ha llevado a cabo la instrucción de su causa por presunta desobediencia, "dictando con inusitada celeridad un auto de procedimiento abreviado que prejuzga claramente al imputado y sin respetar los trámites establecidos legalmente para resolver su propia recusación", hace dudar de la imparcialidad del magistrado.
El TSJC está tramitando la petición de recusación contra Barrientos y Armas, dos de los tres magistrados que debían juzgarle por presunta desobediencia, y hasta que se resuelva, ambos deben abstenerse de continuar conociendo de la presente causa y se suspende su tramitación.
El juicio a Torra está fijado para el 25 y 26 de septiembre en sesiones matinales a partir de las 9.30 horas en la sala de vistas de la Sala Civil y Penal del alto tribunal, con lo que previsiblemente coincidirá con el Debate de Política General en el Parlament.
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