El independentismo anda a la greña y desunido días antes de la sentencia

Las aguas bajan agitadas en el independentismo. A la espera de que en pocos días se conozca la sentencia del 'procès', las fuerzas independentistas no es que hayan sido incapaces de acordar una respuesta unitaria al fallo del Supremo, sino que además exhiben de forma estentórea su desacuerdo de fondo sobre la reacción que debe merecer la sentencia.

El portavoz parlamentario de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, ha cuestionado en una entrevista en TV3 las cinco marchas que la ANC prepara tras la publicación de la sentencia. En palabras de Rufián, "no sé si la vía es complicarle el acceso a su trabajo a la gente cada mañana". "Se pueden hacer otras cosas", ha planteado Rufián.

Asimismo, el político de Esquerra ha descartado el planteamiento de huelga general que hace unos días propuso Toni Comín, afirmando que ahora mismo "ser responsable es ser revolucionario".

La reflexión de Rufián, que encarna la línea pragmática adoptada por la dirección del partido, va en la línea contraria del "cuanto peor, mejor" que anima a los adeptos de Puigdemont. La idea que tiene en mente el núcleo duro del expresident, acompañado en este caso de la CUP y los CDR, es que solo un ambiente de tensión callejero puede obligar a moverse tanto al Gobierno como a las instituciones europeas.

CONTUNDENCIA FRENTE A CONTENCIÓN

De ahí que las palabras de Rufián no hayan sentado bien en una parte del independentismo que busca una respuesta más contundente. La ANC y Òmnium Cultural ya han anunciado las Marxes per la Llibertat: cinco marchas de unos 100 kilómetros hacia Barcelona desde Girona, Tarragona, Tàrrega (Lleida), Vic y Berga (Barcelona), y que durarán el miércoles, jueves y viernes posteriores a la sentencia.

Además, la ANC ya ha llamado a movilizarse cuando se publique la sentencia, ya sea saliendo a la calle, haciendo ruido o parando el coche y haciendo sonar la bocina: "Estés donde estés, cuando salga la sentencia detente y hazte oír", dice mediante un vídeo en redes sociales.

Otro de los actores que llaman a la salir a la calle son los CDR, que ha preparado acciones "sorpresa" de desobediencia civil no violenta --y al margen del Tsunami--, y también se han sumado a las Marxes per la Llibertat.

Pese a que el pasado 1 de octubre la movilización ciudadana en recuerdo del referéndum se quedó a medio gas, las entidades convocantes de estos actos de protesta confían en que la sentencia catalice una reacción más profunda en la sociedad catalana. En pocos días saldremos de dudas.