El Govern crea una comisión para la erradicación del amianto en Catalunya
El Govern ha creado este espacio de trabajo para elaborar un plan de eliminación del amianto y de sus efectos de acuerdo con la normativa europea.
El Consell Executiu de la Generalitat ha aprobado este martes la creación de la Comisión para la erradicación del amianto de Catalunya, que elaborará un plan de priorización de las líneas de trabajo para eliminar la presencia de fibrocemento y los efectos sobre la salud de las personas.
La comisión propondrá al Govern para su aprobación el Plan nacional para la erradicación del amianto y evaluará la situación actual del amianto; identificará los principales agentes públicos y privados y sus competencias sobre el amianto, y establecerá los mecanismos de cooperación y coordinación entre estos agentes.
La comisión es interdepartamental y forman parte las consellerias de Presidencia; Vicepresidencia y Economía y Hacienda; Trabajo, Asuntos Sociales y Familias; Salud; Territorio y Sostenibilidad; Empresa y Conocimiento, y Educación, así como representantes de la Associació Catalana de Municipis i Comarques (ACM) y de la Federació de Municipis de Catalunya (FMC).
Además, la comisión hará el seguimiento y control de las actuaciones a realizar por la comisión técnica Desamiant-Cat, donde podrán participar también todas las administraciones y agentes que la comisión determine y tengan competencias o intereses porque están afectados.
El Govern ha creado este espacio de trabajo para elaborar un plan de eliminación del amianto y de sus efectos, y sus objetivos deben estar alineados con la normativa europea que promueve la eliminación segura del fibrocemento, así como con las propuestas recogidas en el informe sobre la exposición laboral a fibras de amianto.
Prohibido su uso, producción y comercialización, se calcula que en Catalunya el amianto todavía instalado supone más de cuatro millones de toneladas, y entre unas 6.000 y 30.000 toneladas de proyectados y calorifugados, entre otros materiales.
Una gran parte de estos materiales se instaló entre mediados de los años 60 y principios de los 80, y ha llegado o está llegando al final de su vida útil, y, pese a la prohibición, el uso de materiales con amianto que ya estaban instalados o en servicio está permitido hasta su eliminación o final de vida útil.
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