​¿Qué será de Izquierda Unida tras las elecciones generales del 10-N?

 

En Izquierda Unida hay un ruido de fondo que para muchos estallará tras las elecciones del 10 de noviembre. Será a partir de esa fecha que se verá claramente la división estratégica entre el coordinador general de IU, Alberto Garzón –candidato de Unidas Podemos por Málaga- y el secretario general del PCE, Enrique Santiago, en las listas de UP por Madrid.

El clima es diferente al de 2014-2015, en un momento en el partido de Pablo Iglesias estaba en boga y los de Garzón se hicieron con el control de IU frente a los del alcalde de Zamora, Paco Guarido, que defendía mantener la autonomía de la formación y no acercarse tanto a Podemos.

Fue el momento en el que la federación de IU Izquierda Unida Comunidad de Madrid fue expulsada y refundada por la negativa de la dirección regional a depurar responsabilidades políticas por el escándalo de las tarjetas black, de Caja Madrid.

Fue un momento en el que Pablo Iglesias cargaba duro contra los que consideraba exponentes de la vieja izquierda: "Que se queden con la bandera roja y nos dejen en paz. Yo quiero ganar". Así se expresaba en una entrevista a ‘Público' en junio de 2015. “No quiero que cenizos políticos, que en 25 años han sido incapaces de hacer nada, no quiero que dirigentes políticos de Izquierda Unida”.

Han pasado unos cuantos años y las experiencias con Iglesias han sido diversas. En el seno de IU hay diversidad de opiniones. Pero algunos opinan que existe una tensión interna que tendrá un culmen después de las elecciones del 10-N.

DOS VISIONES

En los últimos tiempos a Garzón se le oye hablar de una "coalición" en la que IU y todo el mundo tendría su grado de independencia. Un “bloque histórico” en el que estén Íñigo Errejón, Pablo Iglesias, Compromís, Ada Colau e Izquierda Unida. Lo que se traduce en una reconciliación de la izquierda del PSOE.

Por su parte, Enrique Santiago, sigue apostando por seguir los pasos de Podemos. El viernes 26 de julio IU informó en un comunicado que había pedido a Unidas Podemos que aceptara un acuerdo programático con el PSOE aunque no se llegase a un Gobierno de coalición. Días después Santiago marcó sutilmente su desacuerdo en una entrevista: “Que nadie espere que IU rompa la unidad de acción en UP”. A partir de agosto, se vio un mayor protagonismo del líder del PCE en detrimento de Garzón.

Por el momento no se reivindica la autonomía de IU y ni muchos menos acudir a unos comicios estatales. Serán los resultados de las elecciones generales del 10-N las que marcarán el futuro de la federación. Después de estos comicios se celebrará un Congreso del PCE y una Asamblea Federal de Izquierda Unida. Será entonces cuando se vean las caras las dos tendencias en IU y habrá una crisis interna, si esta llega.