ERC endurece sus exigencias para la investidura con la demanda de un calendario claro de diálogo
"Cada vez que hemos visto a un Pedro Sánchez débil y derrotado, se le puede llegar a sentar en una mesa de diálogo", ha afirmado Rufián.
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha querido dejar claro este martes que, si el PSOE no acepta el compromiso de crear una mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat, con un calendario ara ello, los trece diputados de su formación votarán en contra de la investidura de Pedro Sánchez, haciendo imposible que prospere.
En declaraciones en el Congreso, Rufián ha explicado que hay una fase de negociación diálogo previa a la investidura, que es la que deben protagonizar el PSOE y ERC, como partidos ganadores en el conjunto de España y en Cataluña, para enmarcar el diálogo sobre lo que denomina "el conflicto político inequívoco" de Catalunya.
Los equipos negociadores de ambos partidos tienen previsto reunirse este jueves para empezar a hablar del tema, una vez que las bases de los respectivos partidos han avalado la negociación. El objetivo de esta primera fase será la de "intentar alcanzar un compromiso de mesa de diálogo entre gobiernos para resolver el conflicto político", así como fijar "sí o sí" un calendario.
DIÁLOGO ENTRE GOBIERNOS "DE IGUAL A IGUAL"
Y después de la investidura, a juicio de Rufián, debe abrirse una mesa de diálogo institucional entre los dos Gobiernos, "de igual a igual", para buscar "una solución de país". En esta segunda fase se puede tener también en cuenta la opinión de otros colectivos, como los sindicatos o el mundo estudiantil, aunque no sea físicamente.
Pero si el PSOE no empieza comprometiéndose a este segundo proceso y no se fija un calendario para ello, no habrá investidura ni diálogo entre gobiernos. "Sin un calendario, sin un compromiso, la segunda fase no puede existir", ha subrayado.
Para este primer proceso entre los dos partidos ha aconsejado discreción porque "el ruido, los tuits, las intervenciones en platós de televisión, no ayudan". "La mejor manera de que no se solucione es empezar a taquigrafiar lo que sucede. Menos whatsapps y un poquitín más de despachos --ha señalado--. Lo que aprendimos hace seis meses es que cuanto menos soga compremos, mejor".
También ha reconocido cierta desconfianza en el PSOE, que tiene "un histórico de incumplimientos" en Cataluña, y en Pedro Sánchez, que a su juicio se ha dedicado toda la campaña electoral "a insultar y criminalizar" a los medios públicos catalanas, a la escuela pública y a los dos millones y medio de votantes del referéndum del 1-O. "Si ahora Pedro Sánchez se da un abrazo con Pablo Iglesias o con el Papa de Roma, no deja de ser quien era", asegura.
Eso sí, cree que, tras las elecciones generales del 10 de noviembre, es un Pedro Sánchez "derrotado", al menos en Cataluña, por lo que confía en que el diálogo prospere: "Cada vez que hemos visto a un Pedro Sánchez débil y derrotado, se le puede llegar a sentar en una mesa de diálogo", ha defendido Rufián.
EL CONTEXTO HA CAMBIADO, AHORA HAY CONDENAS DE CÁRCEL
El dirigente de ERC ha querido dejar claro que su partido es independentista y que no va a dejar de serlo, a la vez que reconoce que el contexto político ha cambiado respecto al mes de julio porque ahora ya hay una sentencia del Tribunal Supremo con condenas de casi cien años por el referéndum ilegal de 2017.
"Sería un oxímoron hablar de un gobierno progresista y hacer oídos sordos a cosas que pasan, gente en la cárcel o en el exilio", ha dicho.
Por eso, ya no se conforma con crear una comisión parlamentaria o con los mecanismos de negociación bilateral que recoge el Estatut.
Tampoco le preocupa el posible escenario electoral en Catalunya, ni quiere mezclar la mesa de diálogo con futuras negociaciones presupuestarias. "Queremos resolver la investidura, pero no mendigamos con sillas, ni con gestos ni con fotos. Hay un conflicto político inequívoco que queremos resolver y no le ponemos un precio", ha remachado.
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