Arrimadas prepara la resurrección de Cs con más políticas centristas y sin vetos a la izquierda

El descalabro electoral del 10 de noviembre se personificó en la figura de Rivera y ahora Arrimadas pretende liderar un retorno al centro político, más alejado del PP y, por supuesto, de Vox.

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Inés Arrimadas prepara una nueva imagen de Ciudadanos tras la marcha de Albert Rivera y las dimisiones de dirigentes de la formación naranja.


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El descalabro electoral del 10 de noviembre se personificó en la figura de Rivera y ahora Arrimadas pretende liderar un retorno al centro político, más alejado del PP y, por supuesto, de Vox.


Todavía no se ha oficilizado la candidatura de Arrimadas, pero según las previsiones es ella quien capitaneará a Cs en horas bajas con el objetivo de reflotarlo.


Entre sus estrategias, figura dejar de vetar a la izquierda y, en concreto, al PSOE, así como lograr un gran acuerdo constitucionalista.


Se trata de volver a los orígenes de Ciudadanos, entre rojos y azules, diferenciándose de ambos pero manteniendo puntos de entendimiento.


De hecho, este intento de centrismo ya lo llevó a cabo Rivera, pero a pocos días de las elecciones generales, cuando pidió una reunión con Pedro Sánchez para pactar reformas económicas y alejarse de Unidas Podemos. Pero 36 horas antes de los comicios no fueron suficientes.


El acercamiento de Cs a Vox con Rivera al mando de la formación naranja motivó salidas de dirigentes como Toni Roldán y Manuel Valls. Por ello, Arrimadas no quiere volver a cometer los mismos errores y pretende alejarse de los de Santiago Abascal, a pesar de estos les apoyaron en los gobiernos de Murcia, Madrid y Andalucía.


El objetivo de fortalecer la unidad de España no merma la decisión de Cs en separarse en otros temes de la ultraderecha. Es el caso de la reprobación de Javier Ortega Smith (Vox) en Madrid por humillar a las víctimas de la violencia machista. La líder madrileña de Cs, Begoña Villacís, le dijo: "La violencia machista es un acto incuestionable, y no daremos un paso atrás".


Arrimadas quiere formar una ejecutiva abierta en la que estén también dirigentes críticos con la política de Cs, por lo que el eurodiputado Luis Garicano podría entrar en este núcleo duro. Esto abriría la puerta a otras voces como los dimitidos Toni Roldán y Francisco de la Torre. Durante los próximos meses, se irá viendo la configuración del nuevo Cs.

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