El nuevo Gobierno se debate entre la derogación total o parcial de las reformas laborales
Los sindicatos presionan para que se derogue no solo la legislación laboral de Rajoy, sino también la de Zapatero, para regresar a la situación precrisis.
¿Qué hacer con la reforma laboral? Este es el primer reto que van a afrontar PSOE y Podemos cuando el nuevo Gobierno eche a andar. Aunque en un principio se había avanzado que ambos socios querían derogar aspectos parciales de la reforma laboral impulsada por el PP en 2012, los sindicatos están presionando a los partidos para que también anulen los efectos de la reforma anterior de Zapatero.
En 2010, el Gobierno del PSOE modificó algunos aspectos legales para intentar paliar los efectos de la crisis, que entonces ya había desatado toda su virulencia. Esta reforma facilitó el despido objetivo y los despidos procedentes a las empresas que demostrasen pérdidas económicas actuales o previstas, y permitió que los contratos temporales pudieran alargarse.
Este cambio es el que ahora ponen en cuestión los sindicatos. Según fuentes consultadas por 'Vozpópuli', los agentes sociales no se van a conformar con la derogación parcial de los aspectos que PSOE y Podemos consideran lesivos de la reforma del PP, sino la "vuelta a la legislación de 2009 y a partir de ahí negociar, dialogar".
Dependerá de Yolanda Díaz, futura ministra de Trabajo, que la reforma sea más o menos profunda. El PSOE hasta ahora jamás había mencionado la reforma de Zapatero como algo que debiera ser corregido, pero Podemos sí podría sentirse a gusto con un borrón y cuenta nueva de la normativa laboral. De la transacción entre ambos socios dependerá que sobreviva una legislación que ha permitido a muchas empresas mantenerse a flote durante los años más duros de la crisis.
NUEVO ESTATUTO DE LOS TRABAJADORES Y SIMPLIFICACIÓN DE CONTRATOS
Asimismo, como ya anunció el propio Gobierno, otro de los retos de Díaz será la elaboración de un nuevo Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI, previo diálogo con agentes sociales. Éstos han advertido de que para negociar este nuevo Estatuto primero debe derogarse la reforma laboral.
En materia de contratación, PSOE y Unidas Podemos han pactado limitar la capacidad de modificación unilateral de las condiciones del contrato por parte de la empresa y revisar el mecanismo de inaplicación de los convenios colectivos, vinculando el descuelgue salarial a causas económicas graves.
El documento de Gobierno de ambas formaciones recoge también el objetivo de simplificar y reordenar el menú de contratos de trabajo, reforzando el principio de causalidad en la contratación temporal y las sanciones aplicables a su uso fraudulento, de forma que la contratación indefinida sea la forma ordinaria de acceso al empleo; y revisar la normativa sobre trabajo a tiempo parcial para prevenir su uso fraudulento.
Igualmente, explorarán las opciones posibles para reducir la dualidad, favoreciendo el uso del contrato fijo discontinuo para actividades cíclicas y estacionales, y se revisarán las causas del despido. También se revisarán los contratos formativos y se aprobará y desarrollará el Estatuto del Becario, limitando el encadenamiento de periodos de prácticas y estableciendo un porcentaje máximo de becarios en empresas.
Estas medidas se acometerán el paralelo a un impulso de la lucha contra el fraude laboral y a la mejora de la efectividad y la eficiencia de las políticas activas de empleo y la simplificación del sistema de protección por desempleo.
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