Colau presiona al Gobierno para imponer a las aerolíneas un impuesto al queroseno

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tiene la mirada puesta en la eliminación de todas las formas de transporte que sean altamente contaminantes. Para la líder de los comunes, entre estas opciones destacan los vuelos regulares.

De ahí que tenga pensado reclamar al Aeropuerto de El Prat (dependiente de AENA), que todos los trayectos que dispongan de una ruta alternativa en tren sean gravados con un impuesto al queroseno.

La argumentación del consistorio es que debería avanzarse hasta la eliminación completa de todos aquellos vuelos que cuenten con una alternativa ferroviaria. Así, el equipo de gobierno ha sostenido que todas las operaciones del puente áereo --el trayecto que conecta Barcelona y Madrid-- deberían efectuarse en AVE, que une ambas capitales desde 2008.

"El puente aéreo tiene una alternativa ferroviaria que no produce emisiones", defendió este miércoles el concejal de Emergencia Climática de Barcelona, Eloi Badia, en una entrevista en Betevé.

MEDIDA INÉDITA EN EUROPA

En Europa, el queroseno de aviones no tiene ningún impuesto, a diferencia de lo que sucede con el transporte por carretera. En España, el Impuesto sobre Hidrocarburos (que cuenta con dos tramos estatales y un tramo autonómico) se aplica sobre el carburante de camiones, coches y ciclomotores.

A falta de que la nueva Comisión Europea tome una decisión sobre si gravar o no los trayectos en avión --lo cual repercutiría sobre la competitividad que han alcanzado algunas aerolíneas de bajo coste como Ryanair o Vueling--, Colau trasladará al Gobierno una idea que ya adelantó el pasado mes de octubre en Copenhague.

Durante la cumbre de la red de ciudades por el clima C40, celebrada en la capital de Dinamarca, la alcaldesa de Barcelona propuso limitar los vuelos cortos y, si fuera necesario, "hablar de utilizar la fiscalidad" para potenciar movimientos en tren para luchar contra la contaminación.