El nombramiento de Escrivá y González Laya refuerza a Calviño pero molesta a Iglesias y a Garzón
José Luis Escrivá como ministro de Seguridad Social y Arancha González Laya como ministra de Asuntos Exteriores representan el rigor presupuestario y chocan con las ideas en materia de Economía de los ministros de Unidas Podemos.
El Gobierno de PSOE y Unidas Podemos será foco de tensiones internas lo que dura la legislatura. Como intentar mezclar agua y aceite, ambas formaciones deberán aunar fuerzas y se han de cuidar de no airear pugnas internas y dar una imagen coherente.
En los días de filtraciones y comunicaciones oficiales de nombramientos del equipo de gobierno, se van dibujando no solo las caras más visibles del nuevo ejecutivo, sino también todo el entramado de contrapesos que, pensados para compensar las divergencias entre PSOE y Unidas Podemos, también podrían generar fricciones en los Ministerios y en el funcionamiento del Gobierno.
Este es el caso de los nombramientos Arancha González Laya como ministra de Asuntos Exteriores y de José Luis Escrivá como ministro de Seguridad Social. Son un mensaje claro de Pedro Sánchez a Bruselas y a los mercados como compromiso de una buena gestión del Presupuesto, acorde con las directrices de Europa.
Escrivá trabajó en el Banco Central Europeo y González Laya en la ONU, por lo que ambos son perfiles técnicos muy al gusto de Europa; profesionales que gozan del respeto de todos los partidos y en la línea de la ortodoxia económica. Pero tendrán que lidiar con otros ministros con ideología muy alejada, como Pablo Iglesias o Alberto Garzón.
El nombramiento de González Laya y de Escrivá viene a reforzar la imagen económica del Gobierno español, que hasta ahora estaba representado por el perfil técnico y solvente de la vicepresidenta económica Nadia Calviño, principal enlace con la Comisión Europea, la OCDE o el FMI.
Calviño tendrá como aliados a estos dos nuevos ministros en el compromiso con las normas fiscales dictadas por Europa, como la reducción del déficit público y del nivel de deuda pública sobre PIB.
GESTO A BRUSELAS
Estos dos nombramientos hechos por Pedro Sánchez no solo representan un enorme contrapeso a la presencia de ministros de Unidas Podemos en el nuevo Ejecutivo, sino que además son una muestra del compromiso del presidente y del Gobierno español con Bruselas.
José Luis Escrivá, hasta ahora presidente de la Autoridad Independiente de Reponsabilidad Fiscal (AIReF), será uno de los miembros independientes del nuevo Gabinete y tendrá entre sus retos la derogación de la reforma de pensiones de 2013, el aumento de los ingresos del sistema de Seguridad Social, y la coordinación de una fórmula que garantice la sostenibilidad de las pensiones a futuro.
El gran reto de Escrivá en esta legislatura será la reforma de las pensiones. El Pacto de Toledo, tras meses de negociación, se disolvió en febrero de 2019 sin alcanzar ningún acuerdo y es previsible que vuelva a constituirse en esta legislatura para retomar la discusión sobre el futuro del sistema.
Por su parte, con el nombramiento de Arancha González Laya, hasta ahora directora ejecutiva del Centro de Comercio Internacional -una agencia conjunta de las Naciones Unidas y la Organización Mundial de Comercio- se pone de manifiesto la intención anunciada por el Gobierno de dar a la cartera de Exteriores un perfil que dé prioridad a la diplomacia económica.
Escribe tu comentario