​La rivalidad entre Carmen Calvo e Iván Redondo desquicia la posición del Gobierno sobre Catalunya

 

Las rectificaciones que Moncloa realizó el pasado jueves sobre la mesa de diálogo entre Gobierno y Generalitat han generado una sensación de estupor y malestar en el seno tanto del Gobierno como del PSOE.

Ayer a las 11:00 Carmen Calvo dejó en el aire la reunión entre Torra y Sánchez tras una entrevista del president de la Generalitat en que daba a entender que acudiría al encuentro con posiciones de máximos sobre la celebración de un referéndum de autodeterminación.

Pero más tarde, hacia las 12:35, se rectificó esta posición y se aseguró el encuentro, como contrapartida Moncloa dejo en suspenso la mesa de diálogo hasta la convocatoria de elecciones anticipadas en Catalunya. Pero, de nuevo, a las 19:00 de la tarde hubo un nuevo cambio de guion por la presión de ERC: la primera cita de la negociación entre Gobierno y Govern se realizaría antes del encuentro con las urnas.

Tras estos zigzagueos políticos se apunta a la rivalidad entre la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y el jefe de gabinete de Pedro Sánchez, Iván Redondo. Las posiciones encontradas de ambos sobre qué hacer con Catalunya están detrás de la jornada caótica que se vivió ayer en el Ejecutivo.

Ocho horas y tres versiones: ese es el baremo con el que se estrena el nuevo Gobierno en su apuesta por el diálogo en Catalunya. Otros miembros del Gobierno, así como baronías y cuadros del PSOE, asistieron a la ceremonia de la confusión con asombro, sin saber exactamente cuál era la posición que mantenía Sánchez sobre el futuro de las negociaciones con el independentismo.