La guerra entre Messi y Abidal desata los rumores sobre la salida del crack argentino

 

El Barça es un polvorín. Tras las explosivas declaraciones de Eric Abidal en el 'Sport', donde denunciaba que "muchos jugadores no estaban satisfechos ni trabajaban mucho", el capitán del equipo azulgrana ha respondido personalmente a través de su cuenta de Instagram a las acusaciones del ejecutivo y exjugador del Barça.

El crack argentino se ha pronunciado en los siguientes términos: "Sinceramente no me gusta hacer estas cosas pero creo que cada uno tiene que ser responsable de sus tareas y hacerse cargo de sus decisiones. Los jugadores, de lo que pasa en la cancha y además somos los primeros en reconocer cuando no estuvimos bien".

"Cuando se habla de jugadores, habría que dar nombres porque, si no, se nos está ensuciando a todos y se alimentan cosas que se dicen y no son ciertas", comentó el argentino, que también apunta que los jugadores fueron los primeros a reconocer su mal momento esta temporada antes de que Valverde fuera destituido.

Tras este rifirrafe se encuentra la destitución de Ernesto Valverde como entrenador tras los malos resultados recabados a finales de 2019. La llegada de Quique Setién, que por el momento no ha terminado de dar un revulsivo al vestuario, es el telón de fondo de este choque.

A esta situación de impasse hay que añadir el desastroso cierre del pasado mercado de invierno, donde se produjeron varias salidas del club pero no se cerró ningún fichaje, a pesar de que Luis Suárez acarrea una lesión y se necesitaba a un centrocampista para reforzar el nueve barcelonés. El rocambolesco viaje de Bakambu fue la gota que colmó el vaso.

En Can Barça están asustados tras las palabras de Messi. La obsesión del club es que el argentino se encuentre a gusto en la entidad, tanto a nivel económico como en su relación con el 'staff' azulgrana. Sabiendo que Leo no acostumbra a entrar al trapo de las polémicas que envuelven al FC Barcelona, que se haya pronunciado en estos términos tiene alarmada a la ejecutiva.

El fantasma de la fuga de Messi vuelve a planear sobre el Camp Nou, y se espera que Bartomeu dé un paso adelante para restañar heridas entre ambas personalidades del Barcelona.