Sánchez diseña al milímetro la reunión con Torra para esquivar cualquier crítica
Moncloa procura que la escenificación del encuentro no levante suspicacias, sino como una reunión de trabajo normal entre una comunidad autónoma y la administración central.
Pedro Sánchez y Quim Torra se reunirán el próximo jueves 6 de febrero en el Palau de la Generalitat. Será la segunda vez que el presidente del Gobierno se traslade hasta Catalunya para despachar en persona con el president de la Generalitat.
Pese a que la retirada del escaño por parte de la Junta Electoral trastocó en un primer momento los planes de Moncloa, la insistencia de ERC obligó al Gobierno a rectificar y a confirmar que se mantenía en pie la reunión. Aunque, eso sí, será un encuentro diseñado al milímetro para esquivar cualquier crítica por parte de las fuerzas de la oposición.
La anterior cita en Pedralbes, celebrada el 20 de diciembre de 2018, estuvo plagada de comentarios por algunos detalles que se le escaparon al protocolo de presidencia. Torra logró realzar la conversación entre ambos políticos como si se tratara de una "cumbre entre Gobiernos".
Esta vez no será así. Sánchez impondrá la enseña nacional en un lugar preeminente, se evitarán flores amarillas y la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, estará presente en todo momento. Asimismo, se descarta la presencia de un mediador, tal como había exigido el Govern de Catalunya.
Moncloa procura que la escenificación del encuentro no sea vista como un acto "entreguista" por parte del Gobierno, sino como una reunión de trabajo normal en las relaciones institucionales entre comunidades autónomas y administración central.
Así lo expresó la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, quien mostró la "voluntad inequívoca" del nuevo Gobierno por avanzar en el diálogo, aunque también señalando que sus resultados no se verían hasta el "medio y largo plazo".
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