Santiago Tarín: “El motor del tsunami no ha estado en la calle, sino en los despachos del Gobierno de la Generalidad”
Pablo-Ignacio de Dalmases entrevista a Santiago Tarín, autor de 'En el tsunami catalán': "El tsunami catalán tuvo dos impulsos: la crisis económica y el descubrimiento de la corrupción en Convergència”.
Ha ido todo tan rápido que todavía nos preguntamos cómo puede haber pasado todo lo que hemos vivido estos últimos años en Catalunya. Unos hechos que no resisten el análisis desde las estrictas pautas del sentido común y que se han llamado el “prusés”, aunque el periodista Santiago Tarín prefiere denominarlos 'tsunami' porque realmente han tenido todas las características de un verdadero terremoto político, social, económico y, desde luego mediático.
Tarín ha contemplado, e incluso vivido, este asendereado período desde su oficio de periodista, “haciendo la calle”. Ha sido, por tanto, testigo directo de casi todo lo que ha pasado y, después de haber informado de ello día a día, ha tenido tiempo para reflexionar, poner a punto documentos, mantener conversaciones y con todos estos materiales escribir un libro que va convertirse en una herramienta imprescindible para intentar entender esta locura. Se titula 'En el tsunami catalán. Una biografía del proceso independentista' (Galaxia Gutemberg).
La primera cuestión que se nos ocurre plantearle es si todo ese proceso ha sido fruto de una serie de hechos concatenados o ha respondido a una estrategia bien planificada que viene de antiguo. “La crisis de 2017 tuvo, desde luego, unos detonantes muy concretos, pero la historia se inicia desde el mismo momento en que Jordi Pujol, en el acto de su primera investidura como presidente de la Generalidad, ya anuncia su propósito de fomentar una identidad catalana. Su relato soberanista nació allí y poco a poco fue adquiriendo músculo, sobre todo con el llamado “programa 2000”.
Lo más notable es que ese relato, plagado de medias verdades, cuando no de auténticas mentiras, no encontró la correspondiente réplica desde el Gobierno de España. Hay que tener en cuenta, además, la realidad bipolar de esta comunidad, con una Catalunya rural y otra urbana, Tabarnia y Tractoria. Todo ello estalla con la crisis económica y el descubrimiento de la corrupción de Convergència es la cerilla que enciende la mecha puesto que el partido que la protagonizó tuvo utilizar, para superar el descrédito, la senda del radicalismo que le conduce hasta 2017”. Dicho esto, Tarín añade que, en su opinión, “Pujol nunca hubiera pensado en llegar a estos extremos. El siempre habló de un proceso tranquilo que había de durar una o dos generaciones. Pero el propósito final era el mismo, no nos engañemos”.
Aparte del ídolo caído -Pujol- ¿ha habido otros responsables? “Sí claro, el primero Artur Mas, que apretó en su momento el acelerador y, por qué no decirlo, indirectamente los sucesivos presidentes del gobierno español para los que, centrados en el problema terrorista del País Vasco, Catalunya fue siempre una cuestión secundaria. Este grave desenfoque nos ha llevado a la peor crisis constitucional que vive España desde el 23-F. Aunque lo más grave de todo es que en estos pagos se han invertido los términos porque la rebelión no ha ocurrido desde abajo hacia arriba, como suele ser lo habitual, sino de arriba hacia abajo. El motor no ha estado en la calle, sino en los despachos del Gobierno de la Generalidad”.
Santiago Tarín ha hablado con tirios y troyanos y ha recibido informaciones muy valiosas con el compromiso de que mantendría, como así ha hecho, el secreto de las fuentes. “Pude, por tanto, establecer una relación de confianza con mis personajes, entre los que ha habido de todo: desde soldados a generales”. Y ello le permitió hacer un descubrimiento extraordinario: constatar que “muchos de los implicados en el proceso eran muy conscientes de que iban directos al fracaso, pero sabían que no podían decírselo con claridad a sus seguidores. Se mantuvo así un espejismo que llevó a dónde sabemos”.
Peor aún, en la época de las redes digitales, se han manejado muchas “fake news”, es decir, muchas falsedades. El autor recuerda que hay toda una técnica para la creación de perfiles falsos y a través de ellos vehicular mentiras o deformar la realidad. ¿Hubo injerencias foráneas, tal como se ha especulado? Tarín no duda en afirmar “que sí. En todo caso hay todavía muchas cosas por explicar. Por ejemplo, cómo es posible que algunas personas vivan un autoexilio dorado porque ¿de dónde sale ese dinero?”.
El periodista no es un profeta, pero a veces tiene claves que le permiten intuir el futuro más inmediato y de ahí la pregunta ¿cómo puede acabar todo? “Imposible aventurar nada porque vivimos situaciones sumamente volátiles; pese a ello, soy optimista por naturaleza y pienso que alguna solución acabará habiendo, sobre cuando se constata que la terrible crispación política que hay entre gobierno, partidos y medios de información no se refleja en la calle”.
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