Barcelona no cobra la tasa de terrazas ni la de residuos durante el estado de alarma
Comerciantes y restauradores ven insuficiente la medida y piden ampliarla a todo 2020.
El primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, ha anunciado este lunes que el Ayuntamiento de Barcelona no cobrará la tasa de terrazas ni la de residuos, y la tasa turística se aplaza a septiembre, mientras dure el estado de alarma por el coronavirus.
Collboni lo ha explicado en una comparecencia telemática, ya que se encuentra en su domicilio aislado desde hace una semana, en la que ha anunciado que el consistorio ha activado un primer paquete urgente de medidas fiscales para responder a la situación generada por el Covid-19.
Ha asegurado que el objetivo es aplazar y compensar el pago de tributos y tasas municipales para el uso del espacio público y, para hacerlo posible, crearán una Oficina tributaria de atención y asesoramiento para la crisis del Covid-19, que ofrecerá planes individualizados para flexibilizar los plazos para el pago y trámites de tributos municipales para empresas y ciudadanía.
En esta línea, el consistorio devolverá la tasa de terrazas de los días que no se ha ejercido la actividad y en los casos en los que todavía no se haya pagado la tasa se reducirá la parte proporcional; además se prorrogan las fechas de pago hasta julio -hasta ahora establecidas en abril- y se estudiará la posibilidad de cambios en las licencias.
Tampoco se cobrará el precio público para la recogida de residuos comerciales e industriales en los comercios, establecimientos de restauración, autónomos y empresas afectadas por imposibilidad de apertura al público, y se aplaza el cobro del Impuesto de Estancias en Establecimientos Turísticos (IEET) hasta septiembre.
El Ayuntamiento elaborará un decreto para garantizar la continuidad de todos los contratos públicos, y plantearán al Estado destinar superávit municipal a la lucha contra los efectos del Covid-19, por lo que propondrán una modificación de la Ley de Estabilidad.
El primer teniente de alcalde ha asegurado que durante los últimos días han estado en contacto permanente con los principales actores económicos y sociales de la ciudad para contrastar las medidas que están tomando y para recibir propuestas y demandas de los pequeños comerciantes, autónomos y pymes: "Es motivo de orgullo ver como el ámbito económico está respondiendo de manera tan desinteresada".
Ha anunciado que estas no serán las últimas medidas, porque habrán más en función de cómo evolucione la situación, y ha alertado de que ésta es la dinámica y que se puede alargar más de 15 días, sobre todo desde el punto de vista económico.
"Afrontamos esta crisis con prioridades muy claras: ayudar a quien más lo necesita, desde el punto de vista sanitario, social y económico. Estos ámbitos están plenamente afectados y deben reaccionar como lo están haciendo: con civismo, con responsabilidad, siguiendo las indicaciones sanitarias", ha explicado.
Por su parte, comerciantes y restauradores han expresado su "profunda decepción" ante las medidas fiscales municipales porque creen que es un "error" limitarlas solo al estado de alarma.
Las entidades críticas son PIMEComercio, Consejo de Gremios, Fundación Barcelona Comercio, Barcelona Abierta y Gremio de Restauración de Barcelona.
Según han señalado este lunes en un comunicado, "la parálisis económica tendrá efectos posteriores sobre la economía; de hecho, la tiene desde hace dos semanas".
"Por eso, se tendría que empezar a asumir que 2020 será un año perdido desde el punto de vista económico y que, consecuentemente, el presupuesto municipal tiene que ser revisado en cuanto al ingreso y al gasto", añade.
Por ello, solicitan no pagar tributos como el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de los locales comerciales, el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) o la tasa de mercados municipales.
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