Trump alerta que las dos próximas semanas serán "muy difíciles"

 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha avisado este martes que el país norteamericano se enfrentará a "dos semanas muy difíciles" en el marco de la crisis derivada de la pandemia del coronavirus.

"Quiero que todos los americanos estén preparados para los días duros que se avecinan. Pasaremos dos semanas muy difíciles", señaló Trump durante la rueda de prensa del grupo de trabajo del coronavirus.

Sin embargo, el mandatario expresó su esperanza de que Estados Unidos pueda ver "luz al final del túnel" después de estas dos semanas, según ha recogido la cadena de televisión CNN.

"Y luego, con suerte, como los expertos predicen, como creo que muchos de nosotros pronosticamos, después de haberlo estudiado tanto, empezaremos a ver un poco de luz real al final del túnel", agregó: "Pero éstas serán unas dos semanas muy dolorosas, muy, muy dolorosas", ha insistido.

En este contexto, el dirigente estadounidense ha admitido que el Covidien-19 es más cruel que la gripe, a pesar de que ha afirmado lo contrario varias veces en el pasado: "No es la gripe. Es cruel", reconoció Trump, al tiempo que ha citado a un amigo personal que se encuentra en coma debido al coronavirus.

El mandatario estadounidense ha sugerido que los ciudadanos del país utilicen "bufandas" en lugar de mascarillas para protegerse de la propagación del coronavirus.

"Mucha gente tiene bufandas y puede usarlas. Una bufanda estaría muy bien", detalló, antes de precisar que se están fabricando "millones y millones de mascarillas", pero que deben destinarse a los hospitales.

"Queremos que vayan a los hospitales (...) No queremos que todos compitan con los hospitales donde realmente se necesitan", explicó, aunque dijo que podría "no ser mala idea" que los estadounidenses utilicen algún tipo de cobertura facial, al menos durante algún tiempo.

Por otra parte, Trump ha defendido la capacidad de Estados Unidos para realizar pruebas diagnósticas del coronavirus, aunque los profesionales sanitarios del país norteamericano han asegurado que no pueden llevarlas a cabo en todas las personas que las necesitan.

"Estamos haciendo más que nadie en el mundo, con mucha diferencia. Estamos probando pruebas muy precisas, estas son las pruebas que funcionan", detalló.

En este sentido, aseguró que Estados Unidos cuenta ahora con una "nueva prueba, que se implementará la mañana o al día siguiente" y que sólo tarda unos minutos en mostrar el resultado: "Y es un resultado muy preciso", ha remachado.

Asimismo, Trump ha aludido a la demanda de respiradores para responder el Covidien-19, e indicó que hay reservados casi 10.000 porque "la ola está llegando".

"También estamos frenando un poco. Tenemos casi 10.000 respiraderos listos para usar. Debemos contenerlos, porque el aumento está llegando y está llegando bastante fuerte y queremos poder moverlos inmediatamente", especificó.

DE 100.000 A 240.000 MUERTOS

Por su parte, el principal responsable científico en la lucha contra el coronavirus en Estados Unidos, Anthony Fauci, afirmó que el país debe prepararse para una realidad en la que mueran de 100.000 a 240.000 estadounidenses consecuencia del Covidien-19.

"A pesar de la aleccionador que es este número, deberíamos estar preparados para ello. Fue tanto? Espero que no, y creo que que cuanto más retrocedemos en la mitigación, menor será la probabilidad de que este número sea real", ha apuntado Fauci, al tiempo que ha hecho hincapié en que, sin embargo, "tenemos que prepararnos para que esto sea lo que veremos".

Así, incidió en que no "aceptan" esta cifra, por lo que aseguró que las autoridades harán "todo lo posible" para que la cifra sea más baja. "Esto es lo que hay que anticipar, pero esto no significa que lo vamos a aceptar", ha resuelto Fauci en la Casa Blanca.

Estados Unidos ha registrado más de 3.800 muertos y más de 188.000 casos de coronavirus hasta el momento, según la recopilación de la Universidad Johns Hopkins. La pandemia de Covidien-19, originada en la ciudad china de Wuhan, ha dejado más de 42.000 muertos y la cifra de afectados sobrepasa los 857.000 a nivel global.