Las mujeres que gobiernan son más eficientes en la lucha contra el Covid-19
Los gobiernos que tienen a mujeres en el poder, están destacando por su desempeño.
De acuerdo a un artículo de Forbes publicado esta semana, la presencia de las mujeres en el gobierno, está generando cambios positivos ante el Covid-19.
¿Pero quiénes son estas gobernantes del mundo que lo están haciendo mejor según Forbes?
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, desde el anuncio de una nueva enfermedad, en enero implementó 124 medidas para bloquear la propagación del virus sin llegar a restricciones totales como en otros destinos. El Estado se ha sumado apoyar a EE.UU. y Europa, enviando 10 millones de máscaras faciales. Por otro lado, solo se han registrado seis muertos, pasando esta gestión como "de las mejores respuestas del mundo", según CNN. En Taiwán, las medidas de intervención temprana han controlado la pandemia de coronavirus con tanto éxito que ahora está exportando millones de mascarillas para ayudar a la Unión Europea y otros países.
La canciller de Alemania, Ángela Merkel, desde el 11 de marzo, alzó su voz de sinceridad y calma ante el Covid-19, y les confesó a sus ciudadanos que podrían llegar hasta el 70% de la población contagiada, si no se mantenían en su casa. También realizó pruebas masivas desde el inicio de la cuarentena, figurando con una cifra de infectados por debajo de sus vecinos europeos. Alemania ha supervisado el programa de pruebas de coronavirus a mayor escala en Europa, realizando 350.000 pruebas cada semana, detectando el virus lo suficientemente temprano como para aislar y tratar a los pacientes de manera efectiva.
La primera ministra, Jacinda Ardern, anunció que en abril solo se reportaron cuatro muertes, mientras, las personas que llegarán a Nueva Zelanda debían cumplir una cuarentena durante 14 días.Esta gestión tuvo una temprana decisión de imponer el cierre de forma prematura, donde las personas que llegaban al país se le impuso el autoislamiento mientras solo había seis casos en todo el país, prohibiendo después de unos días la entrada de extranjeros.
La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, se convirtió en la jefa de estado más joven del mundo, implementando un método en el uso de influencers de distintas edades como agentes clave para combatir el coronavirus, pues, a través de ellos se difundiría la información científica sobre el manejo de la pandemia. Las mujeres que lideran varios países están haciendo un trabajo desproporcionadamente excelente para manejar la pandemia de coronavirus.
EL SECRTO DE SU ÉXITO
El éxito de estos y otros gobiernos liderados por mujeres para hacer frente a una pandemia mundial es aún más notable, dado que las mujeres representan menos del 7% de los líderes mundiales. Tanto esos países como la isla de Gobierno autónomo, todas democracias multipartidistas con altos niveles de confianza pública en sus gobiernos, han contenido la pandemia a través de una intervención científica temprana. Han implementado pruebas generalizadas, fácil acceso a tratamiento médico de calidad, rastreo agresivo de contactos y restricciones estrictas de las reuniones sociales.
Por ejemplo Taiwán: una democracia de casi 24 millones de personas, con aproximadamente la misma población que Australia, frente a la costa este de China. Taiwán es reclamado por Beijing como su territorio e ignorado por la Organización Mundial de la Salud, por lo que debería haber sido muy vulnerable a una epidemia originada en China continental. Pero cuando la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, escuchó sobre un misterioso virus nuevo que infectaba a los ciudadanos de Wuhan, en diciembre del año pasado, inmediatamente ordenó que se inspeccionaran todos los aviones que llegaban desde Wuhan.. Luego estableció un centro de mando epidémico, aumentó la producción de equipos de protección personal, como mascarillas, y restringió todos los vuelos desde China continental, Hong Kong y Macao. Las medidas de intervención temprana y agresiva de Taiwán han limitado el brote a solo 393 contagios confirmados y seis muertes. El Departamento de Estado de Estados Unidos cita el éxito de Taiwán sobre el coronavirus al pedir que se le otorgue a la isla la condición de observador en la Asamblea Mundial de la Salud de la OMS.
Alemania, con 83 millones de ciudadanos, ha tenido más de 132.000 contagios, pero muy pocas muertes por millón, muy por debajo de la mayoría de los otros países europeos. La canciller Angela Merkel, que tiene un doctorado en Química Cuántica, ha visto elevarse sus índices de aprobación debido a su manejo capaz de la pandemia. Alemania tiene las camas de cuidados intensivos y el programa de pruebas de coronavirus a mayor escala en Europa. “Quizás nuestra mayor fortaleza en Alemania … es la toma racional de decisiones al más alto nivel del Gobierno combinada con la confianza que el Gobierno disfruta entre la población”, le dijo Hans-Georg Kräusslich, jefe de Virología en el Hospital Universitario de Heidelberg, a The New York Times.
Nueva Zelandia es un país insular de casi cinco millones, que depende en gran medida del turismo. Pero la primera ministra Jacinda Ardern cerró las fronteras de Nueva Zelandia a los visitantes extranjeros, el 19 de marzo, y anunció un cierre de cuatro semanas del país, el 23 de marzo, exigiendo que todos los trabajadores no esenciales permanecieran en sus hogares, excepto para hacer compras o hacer ejercicio cerca. El país realizó pruebas generalizadas y ha registrado más de 1.300 casos de coronavirus, pero solo nueve muertes. Nueva Zelandia está a la mitad de su encierro, y Ardern ha dicho que no terminará pronto. “Ante la mayor amenaza para la salud humana que hemos visto en más de un siglo, los kiwis [como se les dice coloquialmente a los neozelandeses] han implementado silenciosa y colectivamente un muro de defensa en todo el país”, dijo Ardern en un discurso ante la nación.
La primera ministra de Islandia, Katrín Jakobsdóttir, gobierna un pequeño país insular de solo 360.000 personas. Pero sus pruebas aleatorias a gran escala del coronavirus podrían tener amplias ramificaciones para el resto del mundo, ya que descubrió que alrededor de la mitad de todas las personas que dan positivo para el virus son asintomáticas. Islandia también intervino tempranamente, rastreando agresivamente el contacto y poniendo en cuarentena casos sospechosos de covid-19.
Otras jefas de estado también han aparecido en los titulares por su dura respuesta a la pandemia. La primera ministra de San Martín, Silveria Jacobs, gobierna una pequeña isla caribeña de solo 41.000 habitantes, pero el práctico video, en el que les dice a los ciudadanos que “simplemente dejen de moverse” durante dos semanas, se ha vuelto viral en todo el mundo. “Si no tienes el tipo de pan que te gusta en casa, come galletas. Si no tienes pan, come cereal. Come avena”, dice enfáticamente.
Es demasiado pronto para decir definitivamente qué líderes surgirán como si hubieran tomado suficientes pasos para controlar la propagación de la pandemia de coronavirus y salvar vidas. Pero los ejemplos anteriores muestran que un número desproporcionadamente grande de líderes que actuaron temprana y decisivamente eran mujeres. Sin embargo, el 1 de enero de 2020, solo 10 de los 152 jefes de estado elegidos eran mujeres, según la Unión Interparlamentaria y las Naciones Unidas, y los hombres constituían el 75% de los parlamentarios, el 73% de los encargados de la toma de decisiones gerenciales y el 76% de las personas en los principales medios de comunicación.
Ya es hora de que reconozcamos que el mundo necesita urgentemente más mujeres líderes e igual representación de mujeres en todos los niveles de la política.
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