¿Por qué no baja todavía el precio de la vivienda pese al coronavirus?
El sector inmobiliario aguarda al fin del confinamiento para revisar a la baja los precios tanto en alquiler como en venta. Aunque se espera un ajuste importante en el mercado, la intensidad podría variar entre distintas ciudades.
Tras la crisis sanitaria, llega la crisis económica. Los expertos pronostican sacudidas importantes en todos los ámbitos de la actividad productiva una vez se supere la primera fase de la lucha contra el Covid-19. También el sector inmobiliario se verá afectado por el impacto del coronavirus, pese a que los precios todavía no hayan registrado fluctuaciones relevantes.
Fernando Encinar, jefe de estudios de Idealista, expone la causa tras esta aparente tranquilidad en el mercado de la vivienda: "los precios permanecen estables hasta la apertura del mercado, tanto de venta como de alquiler". Mientras no se pueda operar con normalidad por las medidas de confinamiento, los propietarios mantienen congelados los precios. Si no se pueden mostrar pisos o firmar contratos de arras con facilidad, no tiene sentido que alteren el valor de sus bienes.
Esto explica que, según el índice de precios del portal online, mientras que el precio de la vivienda usada en Catalunya haya registrado una bajada ínfima del 0,2% en abril, en la ciudad de Barcelona el precio haya crecido un 1,1% durante el mismo mes. El mercado sigue a la expectativa y aún no se puede observar con claridad la dinámica pronosticada por el portavoz de Idealista.
CAMBIOS DE INTENSIDAD VARIABLE
Ahora bien, ¿qué sucederá cuando avance la desescalada? Encinar cree que "nada hace pensar que los precios no se verán afectados negativamente ya que no hay mucho margen para un escenario que no sea el de bajada de precios", aunque señala que "el ajuste no será tan severo como en el periodo 2010-2013".
Detrás de esta caída se encontrará la necesidad de liquidez de muchos propietarios. Esto provocará un viraje en la dinámica del sector, que pasará de un mercado de vendedores a un mercado de compradores que tratarán de aprovechar las "gangas" emergentes tras la pandemia.
De forma colateral, esta revalorización puede contribuir a pinchar la burbuja advertida por algunos agentes como la tasadora Gloval. Según los datos extraídos de la primera entrega de su Observatorio de Salud del Mercado Inmobiliario, el 84% de las secciones censales en Barcelona estaban sobrevaloradas.
Con todo, Encinar vuelve a ser cauto respecto a los números en el caso del aquiler, que podrían variar entre grandes ciudades como Barcelona o Madrid y otros mercados menos atractivos: "en los mercados de poca demanda el precio tenderá a bajar", explica Encinar, pero añade que "habrá otros en que por la fuerte demanda no esperamos que a medio y largo plazo haya una variación distinta de lo que venía experimentando en los meses anteriores a la crisis sanitaria".
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