En junio o julio el Gobierno activará la app para localizar focos de contagio
El Gobierno tiene prácticamente desarrollada la aplicación móvil que permitirá seguir a la población contagiada y a sus contactos más estrechos.
Cuando España entre en la denominada “nueva normalidad” a finales de junio, el Gobierno, tendrá activa, en aproximadamente un mes, la app de seguimiento del coronavirus que servirá para ampliar las actuales funcionalidades de la aplicación móvil, ‘Asistencia Covid-19’ que el Ejecutivo puso en marcha hace varias semanas.
La idea es garantizar la interoperatividad de esta app de prevención, y se trabaja para crear una aplicación unificada que funcione de la misma manera en toda Europa y conectar a todos los países de la UE, para facilitar así el seguimiento y prevención de contagios por coronavirus.
Resulta imprescindible que las autoridades sanitarias tengan localizada a la población de riesgo y los focos de contagio, para transitar en la “nueva normalidad”, que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha situado en los últimos días de junio y primeros de julio.
La app permitirá rastrear los contactos de los infectados de coronavirus, para así mejorar la detección precoz de contagios y evitar grandes rebrotes que obliguen a volver a confinar a los ciudadanos. La medida, que ya están poniendo en práctica el Gobierno y algunas autonomías a través de profesionales especializados en vigilancia epidemiológica (los conocidos como “rastreadores”), se agilizará con la puesta en marcha de esta aplicación.
Los teléfonos de los usuarios enviarán códigos encriptados cada pocos minutos. De este modo, el terminal emitirá y recibirá señales de los dispositivos cercanos, y cuando un individuo haya mantenido contacto estrecho con un caso positivo de Covid-19 lo podrá saber, y así confinarse en casa para evitar contagiar a nadie más. En caso de que algún miembro de la cadena de “contactos” resulte contagiado, la aplicación permitirá localizar con facilidad y rapidez a otras personas en riesgo de sufrir la misma condición.
El Ejecutivo tiene decidido que esa aplicación móvil sea de uso voluntario por parte de los ciudadanos. Se descarta por completo un control coercitivo, es decir, multar a quienes no la tengan, y también realizar revisiones policiales en la calle para comprobar quién tiene instalada la aplicación en el teléfono.
Deben tenerla instalada el mayor número de ciudadanos posible en sus teléfonos móviles, a través de la descarga en Google Play o App Store. España se inclina además por mantener los datos descentralizados. Esto significa que los códigos de los móviles permanecerán en los dispositivos. Con ello, se trata de evitar que la información sensible de los ciudadanos se acumule en un único servidor, susceptible de poder ser ciberatacado.
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