En España, tener estudios y trabajo no garantiza no vivir en la pobreza extrema
El informe, titulado 'El paisaje del abandono', explica que al menos 4,2 millones de personas en España se encuentran en pobreza severa -grupo de la población al que se dirige el Ingreso Mínimo Vital aprobado recientemente por el Gobierno.
Hace unos años, los padres se esforzaban mucho para que sus hijos pudieran estudiar. Con esto esperaban que sus hijos tuvieran un trabajo fijo con el que pudieran mantenerse y tener un nivel de vida mejor. Pero ahora, ni tan solo los estudios aseguran poder sobrevivir económicamente ya que en nuestro país, según un informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en España (EAPN-ES), actualmente el perfil de las personas pobres es el de una persona joven con hijos, un nivel educativo medio alto y un trabajo. Nada que ver con lo que muchos sectores de la sociedad piensan de los pobres, de quienes creen son personas que solo tratan de beneficiarse de los estados cobrando subsidios.
El informe, titulado 'El paisaje del abandono', explica que al menos 4,2 millones de personas en España se encuentran en pobreza severa -grupo de la población al que se dirige el Ingreso Mínimo Vital aprobado recientemente por el Gobierno.
"Son personas que 'han hecho los deberes' pero que permanecen atrapadas en una estructura que no les permite desarrollarse", ha precisado el autor del estudio e investigador de la EAPN-ES, Juan Carlos Llano, este jueves 16 de julio durante una presentación online.
De entre estos más de 4 millones de pobres, el 51,2% son mujeres y el 48,8% restante son hombres. Además, una de cada cuatro personas -o lo que es lo mismo, el 24,3 % de los pobres- tiene menos de 18 años, un porcentaje que se eleva hasta un 40,5% si se suman las personas entre 18 y 29 años. De este modo, el autor da muestra de que "la juventud está muy sobrerrepresentada".
Y es que, la juventud de la que habla el informe tuvo que enfrentarse primero a la crisis del 2008 y ahora a las dificultades que ha traído consigo la pandemia de coronavirus. Si en 2017 la Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España mostraba que los menores de 35 años no habían recuperado ni la renta, ni la riqueza ni la propiedad inmobiliaria previa a la crisis de 2008, ahora todavía lo tienen más complicado.
Por otra parte, el grupo de personas mayores de 65 años en pobreza severa representa el 8,7 % del total y el autor destaca que la práctica totalidad de sus ingresos vienen determinados por el importe de las pensiones que reciben, es decir, que no pueden salir por sí mismas de la situación de pobreza severa. Además, estas personas quedan fuera del nuevo Ingreso Mínimo Vital al tener más de 65 años.
Tener hijos, un factor de riesgo
De los datos del informe se desprende que tener hijos es un importante factor de riesgo, ya que el 38% de la población en pobreza severa son hogares formados por dos adultos con uno o más niños a cargo.
En cuanto al nivel de estudios, más de un 36% de las personas en pobreza severa en España han completado la segunda etapa de la educación secundaria o cuenta con estudios superiores, frente a un 32,3% que sólo ha terminado la educación primaria o menos y un 31,1% que tiene la primera etapa de la educación secundaria.
Igualmente, el porcentaje de personas ocupadas dentro de la población en pobreza severa es muy similar al de desempleadas. En concreto, el 30,3% tienen un trabajo frente a un 32,8% que están en paro. Atendiendo a la nacionalidad, el 74,1% son españoles frente a un 25,9% de extranjeros.
Así, la EAPN señala que se revela un perfil "muy distinto al que se intenta imponer desde determinados centros de interés", según precisa el informe, que añade que "no se trata de personas negligentes que tratan de aprovecharse del sistema social para conseguir vivir sin trabajar".
Un millón de personas muy pobres tienen empleo
El informe destaca que entre el total de las personas con un empleo en España, 1 millón se encuentra igualmente en situación de pobreza severa. "Es cierto que para no ser pobre hay que tener un trabajo, pero la inversa es falsa: se puede conseguir un trabajo y ser pobre e, incluso, trabajar y ser muy pobre", advierte el estudio.
De los datos también se desprende que algo más de la mitad de las personas en pobreza severa no tiene una vivienda en propiedad; y que el 8,8 % dejó de disponer en alguna ocasión de alguna de sus fuentes habituales de energía (cortes de luz o gas). Para el resto de la población la cifra es del 0,9%.
También sufren en mayor medida, con respecto al resto de la población, problemas como: falta de luz natural en sus viviendas, falta de espacio, falta de capacidad para sustituir muebles viejos, para arreglar goteras o mantener su vivienda a una temperatura adecuada, imposibilidad de permitirse tener Internet, coche o irse de vacaciones. Además, entre el 14% y el 20% residen en zonas afectadas por ruidos, contaminación, suciedad ambiental y existencia de delincuencia o vandalismo.
Según ha precisado Juan Carlos Llano, de los datos se desprende que "no es una colección de casos particulares" sino que "corresponde a una situación estructural". Entre las conclusiones, también destaca que hay una "gran diversidad territorial" y que la protección que han recibido hasta ahora las personas en pobreza severa ha sido "muy insuficiente".
Las comunidades autónomas más afectadas por la pobreza
Canarias, Región de Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura son las comunidades autónomas que recogen las cifras más altas de pobreza extrema, con porcentajes que oscilan entre el 13% y el 16% del total de su población. Por ejemplo, en Andalucía hay algo más de 1,1 millones de personas en pobreza severa. En la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana y Catalunya las cifras oscilan entre las 420.000 y las 510.000 personas.
El informe se ha hecho con los últimos datos disponibles, por lo que en la actualidad las cifras pueden variar. En todo caso, el autor ha asegurado que si varian, como consecuencia de la crisis del coronavirus, no será a mejor sino que los datos recogidos serían tan solo "un mínimo".
El presidente de la EAPN-ES, Carlos Susías, ha declarado que para hacer frente a esta grave situación de pobreza en España hay que valorar herramientas como el Ingreso Mínimo Vital, aunque ha indicado que "hay que mejorar su cuantía situándolo por encima del umbral de pobreza, así como su cobertura para que llegue a todas las personas que lo necesitan, y agilizar la tramitación".
Asimismo, considera que hay que solucionar los problemas de empadronamiento de las personas sin hogar y resolver el problema de las personas que se encuentran en situación administrativa irregular en España, que se quedan fuera de la prestación. También ha pedido apostar por la calidad del empleo y por el acceso a la vivienda mediante la ley de segunda oportunidad, mayor parque público de vivienda y una Ley de Vivienda.
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