Los expertos creen que los contagios en Barcelona pueden duplicarse en pocos días
Semanas después de la 'nueva normalidad', la alcaldesa Ada Colau decidió el lunes reducir un 15% el aforo de las playas de la ciudad condal.
Los casos de Covid-19 en Barcelona, que en los últimos días ha superado los 50 casos por cada 100.000 habitantes, no dejan de aumentar. A partir de estas cifras, los expertos hablan de transmisión comunitaria y ya no de brotes, algo más complicado. Barcelona es la primera gran ciudad española en llegar a este punto, y la portavoz del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, María José Sierra, explicaba el lunes que esto les "preocupa porque es una ciudad nodo de comunicaciones" y "no es lo mismo un brote en según qué provincias que en Barcelona".
"Tras los 50 casos por 100.000 habitantes ya no cabe frenar, tan solo mitigar. El dato ya es de por sí un criterio para el confinamiento, pero es que la previsión es que se duplique. De aquí a 10 días lo previsible es tener 100 casos por 100.000 habitantes si no se toman medidas contundentes", explica Vicente Soriano, especialista en infecciosas y director del Centro Médico de UNIR a El Confidencial Digital. Además, Soriano cree que posiblemente el aumento drástico de casos en Barcelona se debe a la apertura, también rápida, de la ciudad a nivel económico y social.
El confinamiento local es la mejor opción
Los expertos consideran que el confinamiento local es la mejor opción, tanto para Barcelona como para otras ciudades. El especialista en enfermedades infecciosas Oriol Mitjà explicaba la madrugada del domingo pasado en el programa FAQS de TV3 que "el microconfinamiento quirúrgico debe hacerse ya". El especialista explicó que lo mejor sería confinar por zonas. Por ejemplo, si un barrio de Barcelona tiene índices muy altos de población con coronavirus, podría confinarse durante unos días mientras el resto de la ciudad puede continuar con su día a día.
Además, los expertos también piden desde hace semanas más test para poder saber cuánta gente está infectada y para poder rastrear a los contactos de cada persona eficazmente.
El secretario general de Metges de Catalunya, Josep Mª Puig, declara a El Confidencial Digital que "hay que optar por cerrar el ocio o las actividades sociales pero con sistemas de compensación para que nadie quiebre. Pero hay que actuar, porque esta segunda oleada llega a unos hospitales en calma tensa pero a una atención primaria, al menos en Catalunya, muy mermada tras la pandemia".
Además, Puig denuncia al periódico digital que el sistema de salud en Catalunya, después de los recortes de 2010, no está en buenas condiciones: "hay factores estructurales que han contribuido a esta explosión en Catalunya y Barcelona. La sobrecarga de trabajo, la falta de tecnología, el maltrato a los profesionales son pecados que ahora estamos pagando y que se suman a la falta de previsión. Porque los temporeros llevan años viniendo a recoger la fruta, hubo tiempo para organizar su aislamiento o la mediación con ellos, que obviamente tienen otra cultura y vienen a trabajar, por lo que no van a reconocer si se ponen enfermos", explica.
Fallo a tres niveles
Según explica al medio digital el profesor de la UOC y genetista Salvador Macip, "los rebrotes eran esperables y el riesgo más elevado estaba en las grandes ciudades. Pero sin embargo, con los datos ahora se ve que la situación es crítica porque hay tres cosas que no se han hecho como deberían. No se han hecho suficientes test a la población, ni lo suficientemente rápido, faltan rastreadores y tampoco se están tomando a tiempo las decisiones para confinar población de las zonas más afectadas. En Barcelona se ha fallado a los tres niveles".
El genetista advierte a El Confidencial Digital que "la situación no es dramática pero puede serlo pronto si no se trabaja rápido", y explica que esto debe servir de ejemplo para otras grandes ciudades españolas, como Madrid.
Los expertos también advierten que puede ser que Barcelona esté haciendo más test y por lo tanto tenga más positivos que otras grandes ciudades del país, y señalan que debería haber un sistema igual en todas las ciudades para poder identificar cómo está la situación en cada momento.
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