La vacuna contra el COVID-19 de Moderna consigue proteger a ratones de infectarse

La vacuna experimental de la compañía Moderna, conocida como ARNm-1273, protege a los ratones de la infección por el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, según una investigación publicada este miércoles en la revista científica 'Nature'.

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Coronavirus.- La vacuna contra la COVID-19 de Moderna muestra resultados promete

 

La vacuna experimental de la compañía Moderna, conocida como ARNm-1273, protege a los ratones de la infección por el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, según una investigación publicada este miércoles en la revista científica 'Nature'.


Coronavirus.- La vacuna contra la COVID-19 de Moderna muestra resultados promete



Los hallazgos muestran que la vacuna en investigación indujo anticuerpos neutralizantes en ratones cuando se administraron como dos inyecciones intramusculares de una dosis de 1 microgramo (mcg) con tres semanas de diferencia.


En experimentos adicionales se descubrió que los ratones que recibieron dos inyecciones de la dosis de 1 microgramo y que posteriormente se enfrentaron al virus del SARS-CoV-2, ya sea 5 ó 13 semanas después de la segunda inyección, quedaron protegidos de la replicación viral en los pulmones y la nariz. Los ratones expuestos 7 semanas después de una sola dosis de 1 mcg o 10 mcg de ARNm-1273 también estaban protegidos contra la replicación viral en el pulmón.


La vacuna en investigación también indujo robustas respuestas de las células T CD8 en ratones. No indujo el tipo de respuesta inmunológica celular que se ha relacionado con la enfermedad respiratoria intensificada asociada a la vacuna (VAERD). Esta rara inflamación de tipo alérgico se observó en individuos vacunados con una vacuna de virus sincicial respiratorio (RSV) totalmente inactivado en la década de 1960. La VAERD puede ocurrir cuando una vacuna induce una respuesta inmune que no es lo suficientemente fuerte para proteger contra la infección.


Los investigadores vacunaron a los ratones con dosis subprotectoras de ARNm-1273 y luego expusieron a los ratones con el SARS-CoV-2. Los ratones no mostraron evidencia de patología pulmonar o producción excesiva de moco, lo que indica que la vacuna no causó un aumento de la enfermedad.


Los autores señalan que los datos de estos estudios, combinados con los datos de los estudios en primates no humanos y las pruebas clínicas de la fase 1, apoyan la evaluación del ARNm-1273 en los ensayos clínicos de eficacia. También explican cómo su investigación previa sobre una vacuna candidata de MERS-CoV preparó el camino para una respuesta rápida al brote de COVID-19. "Esta es una demostración de cómo el poder de los nuevos conceptos impulsados por la tecnología, como la vacunología sintética, facilita un programa de desarrollo de vacunas que puede iniciarse sólo con secuencias de patógenos", concluyen.


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