Sin mascarillas por Francia: el rebrote de los vecinos de Catalunya
Uno se da cuenta de que es europeo cuando puede cruzar las fronteras de los países sin tener que cruzar ninguna aduana.
Uno se da cuenta de que es europeo cuando puede cruzar las fronteras de los países sin tener que cruzar ninguna aduana. Eso es lo que significa estar en el espacio Schengen, el poder pasar de un país a otro sin dar ningún tipo de explicación. Sin embargo, se trata de Estados distintos, cada uno con su propia regulación, y cuando todo el continente está luchando contra la misma pandemia se pueden llegar a producir situaciones absurdas.
Exteriores de la catedral de Narbona
En La Junquera, el último municipio de Catalunya, todo el mundo va con mascarilla. Es obligatorio y de no hacerlo, sancionable con una multa de cien euros. Sin embargo, a 20 minutos, en Le Boulou, Francia, la gente va con la cara destapada. Esa frontera separa dos mundos y dos formas de afrontar una pandemia, y todos los ciudadanos la pueden cruzar sin ningún tipo de control.
Siguiendo el viaje, a 99 kilómetros de la Junquera, está Narbona, un destino turístico por su hermosa catedral y por ser una ciudad histórica fundada por los romanos en 118 a.C.. En frente de la catedral, en la Place de l'Hôtel de Ville, uno se siente extraño llevando mascarilla. Casi nadie la lleva puesta en espacios abiertos, y en los cerrados demasiada gente la tiene para sujetar la papada.
Barco turístico recorriendo los canales de Narbona
Los abuelos se sientan en los bancos, embarcaciones turísticas recorren los canales de Narbona llenas de turistas y los jóvenes se reúnen en las plazas. Todos con un elemento en común: nadie lleva mascarilla. Se trata de un territorio que fue fuertemente castigado por la pandemia en marzo, con un gran foco en la ciudad de Perpiñán.
En el departamento de Occitania, donde está la ciudad de Narbona, han muerto 516 personas en centros hospitalarios por Covid-19 desde que empezó la pandemia, mientras que en la región sanitaria de Girona, el territorio que hace frontera con Francia, han fallecido 824 personas. Sin embargo, comparando las cifras actuales, en Occitania hay 55 hospitalizados mientas que en Girona hay 33.
Además, la región está en alerta por estar experimentando un rebrote de los casos de Covid-19. Jean-Jacques Morfoisse, subdirector general de la Agencia Regional de Salud de la región, afirmó el pasado viernes que Occitania aparece "en rojo en los mapas de Salud Pública de Francia. Esto se debe principalmente a que la tasa de reproducción del virus es superior a la media nacional, y sobre todo que es superior a uno", señaló.
Adolescentes sin mascarilla en la Place de l'Hôtel de Ville
De hecho, según la última evaluación realizada por el Ministerio de Sanidad francés, el R-0 (índice de propagación del virus) en Occitania se estimó en 1,45. En Catalunya, la tasa de contagio se ha conseguido estabilizar en 0,95. Este valor empieza a ser preocupante cuando pasa de uno. Es decir, mientras el Covid-19 se ha conseguido estabilizar en el lado español de la frontera, en el francés se está descontrolando.
La epidemia está evolucionando "en la dirección equivocada" en los últimos días en Francia. Esta fue la observación realizada por el primer ministro Jean Castex, durante su visita al Hospital Universitario de Montpellier el martes . Hizo un llamado a los franceses para que se repriman y así evitar un rebrote como el de marzo, abogando por el uso de máscaras a pesar de la ola de calor.
Sin embargo, como se puede ver en las fotos, pocos hacen caso al primer ministro. Esta semana París hizo obligatorio el uso de mascarillas en espacios abiertos, y puede que Francia deba plantearse implantar esta medida en todos sus territorios o, al menos, en los que estén en riesgo. Para proteger a sus ciudadanos y también a sus vecinos, que, como Catalunya, se arriesgan a tener más rebrotes después de estabilizar el virus.
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