Estudios científicos como churros: la hidroxicloroquina reduce los accidentes de patinete
En abril la revista Science alertó sobre la aparición de muchos ensayos científicos sobre el coronavirus duplicados y con conclusiones, a menudo, cogidas con pinzas.
En abril la revista Science alertó sobre la aparición de muchos ensayos científicos sobre el coronavirus duplicados y con conclusiones, a menudo, cogidas con pinzas. Según la publicación, estos estudios contribuyen a la confusión e incluso pueden frenar el avance científico. "En vez de generar permiso para realizar investigaciones de baja calidad, la urgencia y escasez provocadas por la pandemia subrayan la responsabilidad de los principales responsables del sector de la investigación por coordinar sus actividades y mantener los estándares necesarios para avanzar en esta misión", señalan los autores del estudio, Alex John London y Jonathan Kimmelman.
Pues bien, lo denunciado por Science se ha convertido en una realidad a través del experimento de un médico francés. Para mostrar lo fácil que es publicar un estudio en una revista científica, Michaël Rochoy, doctor de la Universidad de Lille, envió las conclusiones de un estudio inventado a la revista Asian Journal of Medicine: la hidroxicloroquina ayuda a prevenir los accidentes en patinete.
Su objetivo era simple:"todo debe ser ridículo, desde el título a las referencias y hasta la frase más pequeña del artículo. Si logramos publicar este tipo de 'artículo', habremos dado respuesta a nuestra pregunta inicial: ¿Esta revista publica cualquier cosa?, dice Rochoy. Y la respuesta fue "sí", la revista publicaba cualquier cosa, incluso su artículo absurdo.
Nada alertó a la revista científica de Asia, ni que entre los firmantes del estudio estuvieran el perro de Emmanuel Macron y un pangolín, ni el propio título: "En contra de lo esperado, el SARS-CoV-2 es más letal que los patinetes. ¿Podría ser la hidroxicloroquina la única solución?".
En el documento también había otras conclusiones llamativas como: "Los estudios 1 y 2 se realizaron en la silla del despacho de los autores (Ikea) en Francia (multicéntrico), el 20 de julio de 2020"; o "El estudio 2 se excluyó del análisis y de este documento, ya que no arrojó resultados (es decir, los resultados que queríamos)".
Del mismo modo, en un apartado aseguraban que no pudieron medir la saturación de oxígeno de los fallecidos en el ensayo "porque no disponían de material para profanar tumbas". Pero nada fue suficiente para que el Asian Journal of Medicine detectase que no era un trabajo fiable.
Finalmente la "investigación" se publicó el 15 de agosto y fue retirada 24 horas después, cuando los autores revelaron su pequeña inocentada en las redes sociales. La revista justificó su supresión "tras la denuncia de un grave fraude científico" y miró hacia otro lado como si no hubiese pasado nada.
En este caso ha sido más mediática la rectificación que el propio estudio pero, ¿cuántas veces ocurre lo contrario? La ciencia necesita una revisión para poder seguir llamándose así...
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