Disparidad de criterios en los países europeos en la lucha contra la segunda ola del Covid-19
Mientras en Francia se impone un nuevo confinamiento durante un mes, el Alemania solo se cierran bares, restaurantes y centros de ocio, pero no centros escolares.
La segunda ola de la pandemia está golpeando de manera rotunda en toda Europa. El número de contagiados sube de manera incesante y los gobiernos de cada uno de los países afectados toma las medidas que considera oportunas, pero lejos de la supuesta coordinación que debería haber entre ellos.
La inusitada progresión de la pandemia, que ha hecho que cada día las cifras de contagiados establezcan un nuevo récord en la práctica totalidad de los países, ha obligado a las autoridades a adoptar medidas cada vez más restrictivas que, muy probablemente, se endurecerán en un breve espacio de tiempo.
ALEMANIA
Alemania, uno de los referentes por el excelente resultados de sus medidas en la primera ola, se enfrenta ahora una situación que se agrava día a día. La canciller Angela Merkel ha ordenado
el cierre de todos los bares y restaurantes, que solo podrán ofrecer comida para llevar, a partir del 1 de noviembre, y ha prohibido las reuniones sociales de más de 10 personas de dos viviendas distintas. A este cierre se unen los gimnasios, salas de juego y apuestas, cines, teatros, salas de conciertos, etc. Permanecerían, de momento, abiertas las escuelas y guarderías. También los comercios se verán afectados ya que deberán adoptar todas las medidas de prevención e higiene exigidas además de reducir su aforo considerablemente. Las competiciones deportivas profesionales se disputarán a puerta cerrada y quedan prohibidas las no profesionales.
El gran problema al que se enfrenta el país es, además del aumento de las nuevas infecciones, que superan las 10.00 diarias (con previsión de que doble esta cifra en los próximos días) y ya ha alcanzado la cifra del medio millón, es que cuenta con poco personal sanitario, aunque sí con camas suficientes para acoger a los pacientes, incluso de otros países.
FRANCIA
En el país vecino las cosas van aún peor. Las medidas de seguridad adoptadas hasta ahora no han servido para rebajar la curva de contagios y el país se prepara para unas restricciones mucho más severas.
Por ello, el presidente Emmanuel Macron ha anunciado que a partir de viernes todo el país queda confinado de nuevo, como mínimo durante todo el mes de noviembre.
La medida ha provocado que miles de franceses hayan decidido abandonar las ciudades y dirigirse a sus segundas residencias en el campo o la playa. Colas de más de 400 kilómetros se han montado en la salidas de las grandes ciudades.
Los centros escolares seguirán abiertos pero con medidas de seguridad refozadas y se permiten las visitas a las residencias de ancianos. Además, para ir a trabajar, a comprar o a pasear hará falta un permiso especial.
Además, el país mantendrá abiertas las fronteras con los países de la Unión Europea, pero cerrará las de los países de fuera de la UE. Estas medidas se reevaluarán cada dos semanas y será entonces cuando se decida si se endurecen o se relajan.
Los hospitales franceses están casi al límite de su capacidad y la tasa de contagios supera todo lo visto hasta ahora, con cifras que alcanzan los 50.000 contagios diarios. En contra del confinamiento tiene a los empresarios, que defiende que un nuevo cierre total llevaría a la economía al colapso.
ITALIA
Cierre de bares y restaurantes a las 6 de la tarde, cierre de gimnasios, cines y teatros. Estas medidas adoptadas por el Gobierno italiano se han mostrado ineficaces para rebajar la tasa de contagios, que ya ha alcanzado cifras de los 20.000 casos diarios.
Por ello, el ejecutivo que preside Giuseppe Conte está sopesando la posibilidad de imponer medidas más restrictivas, sin descartar un nuevo confinamiento para evitar el colapso de un sistema sanitario que no cuenta ni con camas ni con personal sanitario suficiente para hacer frente a la situación que se puede producir en las próximas semanas.
Y todo ello pese a que miles de ciudadanos han salido a las calles para protestar por las medidas restrictivas impuestas por el Gobierno. Ni las ayudas económicas prometidas por el Ejecutivo para los más perjudicados por la pandemia han servido para calmar los ánimos, aunque en la sede del Palacio del Quirinal están dispuestos a tomar cuantas medidas hagan falta para rebajar la tasa de contagios.
REINO UNIDO
El aumento del número de contagiados es exponencial y está situado en más de 20.000 diarios. Tras lo vivido en la primera ola, con un Boris Johnson minimizando los efectos del virus, la situación ahora parece muy diferente ya que cada día se baten el récord de contagiados y de fallecidos.
Todo ello ha obligado al Gobierno a imponer el nivel más alto de medidas de seguridad en lo que se lleva de pandemia, aunque nadie descarta que se deban adoptar otras mucho más contundentes en un futuro próximo. Por el momento, en las zonas con mayor tasa de contagios se han cerrado bares y restaurantes y se han prohibido las reuniones sociales en los hogares entre personas no convivientes.
BÉLGICA
Está siendo el país más afectado por la transmisión del virus en esta segunda ola y la incidencia acumulada es de casi 1.400 caso por 100.000 habitantes.
Por ello, el Gobierno ordenó hace unos días el cierre de bares y restaurantes, impuso un toque de queda desde las 22.00 a las 06.00 y están prohibidas las reuniones de más de 4 personas, incluso al aire libre. Además, algunas regiones, han optado por endurecer las medidas aprobadas por el Gobierno central y han decidido cerrar también teatros y clubs deportivos. Y la posibilidad de un nuevo confinamiento también está en la agenda del Gobierno del país.
PAISES BAJOS
El Gobierno de La Haya ha sido uno de los que más pronto reaccionó en cuanto detectó que las cifras de contagios alcanzaban niveles muy elevados. Por ello, ordenó un confinamiento parcial y el cierre de bares y restaurantes hasta el mes de diciembre. Y no se descarta que en los próximos días se adopten medidas más restrictivas, incluido el del confinamiento total si se mantiene la tasa de contagios, que en la última semana ha aumentado un 22 %. Y el aumento de ingresados en los hospitales por el virus ha provocado que parte de ellos hayan sido trasladados a hospitales alemanes.
SUECIA
Uno de los países que optó por apelar a la responsabilidad de los ciudadanos en lugar de por la adopción de medidas restrictivas se ha encontrado de golpe con una realidad muy dura. La incidencia supera los 117 casos, mientras que en los países vecinos es muy inferior, 44 en Noruega y 55 en Finlandia.
Por ello, tras las duras críticas recibidas por la laxitud de las medidas adoptadas hasta ahora, autoridades suecas han decidido imponer mano dura ya que, en palabras de su primer ministro, "la fiesta se ha acabado".
Esto ha llevado al Gobierno a imponer restricciones en el ocio nocturno y la restauración, como la limitación a ocho personas las que puedan sentarse juntas en un restaurante, aunque si el aumento de contagios continúa no descarta la adopción de medidas más restrictivas.
PORTUGAL
El país vecino ha decidido obligar a llevar mascarillas en los espacios públicos a los mayores de 10 años siempre que no sea imposible mantener la distancia socia. Además, el Gobierno ha aprobado la prohibición de desplazarse entre municipios durante el próximo fin de semana.
El crecimiento en el número de casos detectados amenaza la estabilidad del sistema sanitario del país ya que las autoridades temen que en los próximos días se produzca un aumento de los ingresos hospitalarios del 80 %. Si se da el caso, el Gobierno luso no descarta la adopción de medidas más restrictivas.
Escribe tu comentario