Belén de Navidad en el Monasterio de Pedralbes

El viejo rótulo que encabeza el arco de entrada a la plaza sobre la que se abre el monasterio de la Clarisas de Pedralbes reza “Caserío de Pedralbes, Distrito Municipal de Sarriá, Cuartel de Poniente”. Hace muchos años que desapareció el portón y la entrada ofrece paso franco a uno de los rincones más hermosos y tranquilos de la ciudad, un cenobio de origen medieval que ha llegado milagrosamente conservado a nuestros días. Estuvo bajo la protección del Consejo de Ciento hasta 1714 y luego la del Ayuntamiento de la ciudad, al que se incorporó en el siglo XX la Diputación provincial. Durante la II república, la Generalidad lo declaró monumento histórico. Y en pleno siglo XXI sigue acogiendo a siete monjas de clausura que ahora desarrollan su recogida vida monástica en un recinto moderno anexo, lo que ha permitido que el monasterio propiamente dicho esté abierto al público para la visita de ciudadanos y turistas.

A los tesoros que se guardan es este recinto se une en las festividades navideñas un Belén formado por veinticuatro dioramas sobre la vida de Jesucristo que forman parte de la colección del museo, a los que se añaden otras dos obras creadas expresamente creadas para esta ocasión. Contemplamos la exposición en compañía de Ana Castellano Tresserra, directora del museo, y de Agustín Termens, autor de uno de los nuevos belenes. Se trata de un diorama de gran tamaño con fondo inspirado en la arquitectura del Egipto faraónico en cuyo rincón izquierdo aparece, debidamente iluminado, un mínimo nacimiento, sin más figuras que las de la Virgen María, San José y el Niño. Un pesebre diríase feminista, puesto que, a diferencia de la casi totalidad de obras de arte de esta temática, el recién nacido no está en manos de la madre, sino del padre. El otro belén ha sido diseñado por Manuel Trullas y el diorama, de estructura clásica, es una escena tradicional en la que tienen cabida casi todos los personajes unidos a la historia evangélica.

El común denominador de ambas obras son las esculturas, fruto del trabajo de Montserrat Ribas. Nacida en Sabadell, inició su formación artística en 1968, año en el que empezó a cursar estudios de Bellas Artes. Además de dirigir su propia escuela de escultura y modelado en Castellar del Vallès (1978-1997), fue durante treinta años la escultora de la firma Elisa, cuyas figuras decorativas han participado en varias exposiciones y pueden encontrarse en numerosos países europeos, en los Estados Unidos, en Canadá y en Japón. Las obras que ha realizado para estos belenes tienen como base el polvo de cerámica y el polvo de mármol mezclados con resina, mientras que los acabados son ejecutados a mano, con varias capas de pulido y un toque final de pintura.

Preguntamos a la señora Castellano sobre la repercusión que la situación creada por la pandemia ha tenido en las visitas al museo del monasterio de Pedralbes y nos dice que, en efecto, se ha notado mucho la ausencia de visitantes extranjeros. Pero que, en todo caso, éstos nunca superaron el 40 % de los visitantes recibidos, lo que quiere decir que la mayoría son barceloneses, por lo que la incidencia ha sido menor. Ha habido, con todo, algunos días nefastos; el peor, aquel en el que llegó un solo visitante en toda la jornada.

La directora nos recuerda la próxima celebración del centenario de la incorporación de Sarriá a Barcelona. Fue el último municipio absorbido por la gran ciudad y se resistió numantinamente a que esta anexión pudiera llevarse a cabo. En su antiguo ayuntamiento, hoy oficina municipal del distrito, cuelga un enorme retrato de la Reina Regente que prometió a la corporación sarrianense que mientras ella reinara Sarriá nunca perdería su independencia y lo cumplió. El caso es que acabó firmándola su hijo, el rey Alfonso XIII…

La directora del museo de Pedralbes anuncia que el sábado 12 de diciembre el recinto museístico, con la exposición de belenes, permanecerá abierta libremente al público.