“Lecciones de una pandemia”: el Dr. Salvador Macip analiza las consecuencias de la pandemia de covid-19 en la sociedad humana
“2020 fue el año en que aprendimos lo frágil que es nuestro estilo de vida” afirma en “Lecciones de una pandemia” el Doctor Salvador Macip, que presta sus servicios en la Universidad de Leicester y en la UOC. Se trata de un estudio breve, pero contundente inserto en la colección de nuevos Cuadernos Anagrama que invita a meditar sobre la traumática experiencia aún estamos viviendo a nivel global.
“2020 fue el año en que aprendimos lo frágil que es nuestro estilo de vida” afirma en “Lecciones de una pandemia” el Doctor Salvador Macip, que presta sus servicios en la Universidad de Leicester y en la UOC. Se trata de un estudio breve, pero contundente inserto en la colección de nuevos Cuadernos Anagrama que invita a meditar sobre la traumática experiencia aún estamos viviendo a nivel global.
Subraya el indicado facultativo que el covid-19 ha venido a demostrar que no estábamos preparados para responder a un reto como éste que exigía una respuesta que la OMS no sido capaz de garantizar por su carácter de órgano meramente consultivo.
Las infecciones del siglo XXI son un problema que procede de la naturaleza y de nuestras interacciones con ella y al que hay que responder con medidas adecuadas, particularmente con la inversión en ciencia y evitando la excesiva concentración de la producción farmacéutica en determinados países.
“Lecciones de una pandemia”: el Dr. Salvador Macip analiza las consecuencias de la pandemia de covid-19 en la sociedad humana
El autor recuerda que los responsables de la gestión pública deben sortear varios peligros: no buscar consejo, hacerlo tarde, no buscarlo, no hacerlo en el lugar adecuado, no escucharlo o subordinarlo a la política, por lo que critica a Johnson, Trump o a la española Díaz Ayuso porque “este tipo de líderes son un peligro para la salud pública”. Pero hay, además, que proteger a la sociedad de negacionistas y conspiranoicos.
Defiende una comunicación clara, directa, transparente, que separe muy bien lo que sabemos de lo que no, y que no oculte información relevante, pero evite alarmar y se adapte a las necesidades de cada fase, eludiendo la sobreinformación, el agotamiento o la distorsión política. En definitiva, que hay errores evitables y otros inevitables que hemos de ser capaces de reconocer, y que el confinamiento, una fórmula medieval pero eficaz es, en todo caso, una medida transitoria y forzosamente breve.
Propone aceptar con humildad que seguimos siendo vulnerables a los microbios, que no hay fronteras para las pandemias, que habrá sin duda más y que en el futuro, asumiendo las enseñanzas que se desprenden de la actual, será necesario responder rápida y coordinadamente.
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