Las mujeres con endometriosis piden no vacunarse con AstraZeneca para evitar riesgos cardiovasculares
Aunque hay muchos casos -En España afecta a más de dos millones de mujeres, una de cada diez, y en el mundo a más de 200 millones-, es una enfermedad poco estudiada y la media para detectarla suele rondar los ocho o nueve años
A Ana Ferrer le detectaron endometriosis con casi 25 años, pero presentaba síntomas desde su primera menstruación, a los diez. Veinte años más tarde, y después de tres operaciones, reconoce que tuvo suerte de que se la detectaran, pero que la enfermedad ha condicionado muy negativamente todos los aspectos de su vida -incluso el laboral.
Vial de AstraZeneca (EP)
La endometriosis es una enfermedad que se produce cuando el tejido que recubre el endometrio en cada ciclo menstrual no está dentro del útero sino que crece en los ovarios, en las trompas de falopio, en los intestinos o en los riñones. "En los peores casos, también hay mujeres a quienes, no se sabe por qué, les llega al pulmón, al cerebro o incluso al globo ocular", explica Ferrer, que ahora es secretaria de la Asociación de Afectadas de Endometriosi (ADAEC), una entidad que lucha para investigar la enfermedad y visibilizarla.
Aunque hay muchos casos -en España afecta a más de dos millones de mujeres, una de cada diez, y en el mundo a más de 200 millones-, es una enfermedad poco estudiada y la media para detectarla suele rondar los ocho o nueve años. Si bien no se sabe con claridad por qué se produce, es calificada como benigna y ginecológica, pero las mujeres que lo padecen aseguran que su comportamiento es parecido al de un cáncer, sin que llegue a ser un tejido maligno.
Para tratarla, las mujeres con endometriosis suelen someterse a varias operaciones a lo largo de su vida y a terapias hormonales, que incluyen pastillas anticonceptivas, terapia con progestina o inhibidores de la aromatasa. "Es lo único que hay para nosotras: cirugía y hormonas. Nos sometemos a unas tres o cuatro cirugías por persona durante la vida y las hormonas mantienen a raya el avance de la enfermedad", apunta Ferrer.
La endometriosis puede comportar riesgos cardiovasculares, un hecho que sumado a la medicación con hormonas, ha llevado a las mujeres que padecen esta enfermedad a pedir a Sanidad que se las tenga en cuenta como grupo de riesgo y que no se las vacune con AstraZeneca sino con otra de las vacunas disponibles en la actualidad. "Se ha comprobado que la combinación mujer, joven, hormonada y AstraZeneca es la que está desencadenando problemas, o eso parece. Cuando se padece endometriosis, la proteína C reactiva suele subir bastante y eso de por sí es un riesgo coronario. Nosotras tenemos que estar hormonadas por nuestra patología, no tenemos la posibilidad de abandonar nuestro tratamiento, ponernos la vacuna y volver a lo mismo. Por eso, necesitamos que se nos contemple y no se nos ponga esa vacuna", pide Ferrer, que asegura que contactaron con el Ministerio de Sanidad y las juntas autonómicas pero no hubo ningún cambio en el plan de vacunación para tener en cuenta a los dos millones de mujeres españolas que sufren la enfermedad.
Patologías durante el coronavirus
La endometriosis en si misma no constituye un factor de riesgo de gravedad del coronavirus, pero muchas de las mujeres que la sufren tienen otras patologías como diabetes, enfermedades cardiovasculares o hipertensión arterial, por lo que pueden darse casos en los que la covid-19 les provoque complicaciones cardiovasculares. Por otro lado, en el caso de la endometriosis catamenial -que afecta a los pulmones- las pacientes con covid-19 sí tienen más riesgo.
"Teniendo en cuenta que somos personas que estamos hormonadas desde los 15 o 16 años, y quizás tenemos ya más de 40, solemos tener problemas de tensión, de colesterol, entre otros. La covid-19 es un agente externo que puede provocarnos problemas de trombos, problemas cardiovasculares, dolor en pecho, etc.", explica Ferrer.
"No hablamos de no vacunarnos, todo lo contrario, pero queremos que se nos reconozca como grupo de riesgo. Ya es bastante que no se nos contemple como para que encima se nos ponga una vacuna que se está demostrando que la combinación de mujer, joven y hormonada es casi fatal" aseguran en la asociación.
Reconocen también que, si bien a sus médicos de cabecera no les hace gracia que se vacunen con AstraZeneca, prefieren que estén vacunadas a que no lo estén. "Yo tengo 45 años. Según la calculadora, me sale que me van a vacunar en junio y con AstraZeneca. Pero si me llaman para vacunarme, no iré. Soy la primera que quiere vacunarse, me gustaría estar vacunada ya, porque no quiero coger la covid-19. Pero no voy a ser una rata de laboratorio ni una triste cifra en una estadística", sentencia Ana Ferrer.
Escribe tu comentario