La pandemia ha pasado factura a la salud mental de los trabajadores
Una encuesta elaborada por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y Comisiones Obreras (CCOO) ha revelado que el estado de salud de los trabajadores en Catalunya ha empeorado en más de la mitad de los casos y el 60,6% están en situación de riesgo de mala salud mental. El informe, también ha detectado un aumento de las condiciones "de alta tensión" en los trabajos que pueden derivar en problemas de corazón, ansiedad o depresión.
@EP
La pandemia no solo ha afectado a la salud mental de los sanitarios, sino que también ha impactado en el estado de ánimo de los asalariados en general. Esta conclusión es la que se puede extraer de una encuesta elaborada -por Comisiones Obreras (CCOO) y la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB)- a un total de 21.500 empleados, entre abril y mayo de 2021.
Y es que el resultado del estudio muestra que más de la mitad de los trabajadores encuestados creen que su salud ha empeorado durante la crisis sanitaria, 16 puntos más que en 2020, y el 60,6% están en una situación de riesgo de mala salud mental, más del triple que hace cinco años.
Estos factores se agravan en los trabajadores jóvenes y en los que tienen salarios más bajos.
"La precariedad enferma y mata", ha advertido el secretario general de CCOO, Unai Sordo, en la presentación del informe este martes. El estudio también ha señalado que el teletrabajo ha caído a la mitad en comparación con el año pasado y solo un 17% de los trabajadores asalariados trabajan en remoto.
En 2021 se ha hecho la segunda edición de la encuesta "Condiciones de trabajo, inseguridad y salud en el contexto del Covid-19" (COTS), la cual ha sido elaborada por el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud Istas-CCOO y por el grupo de investigación Powah de la UAB, en colaboración con la Fundación 1 de mayo.
LA SALUD EMPEORA EN MÁS DE LA MITAD DE LOS TRABAJADORES
Las cifras que se pueden extrapolar del informe con relación a la salud de los trabajadores son alarmantes. Después de un año de pandemia, un 52,7% de los trabajadores asalariados tienen la percepción de que su salud ha empeorado. El año anterior, solo un 36,7% respondieron en este sentido. Si se discierne por sexos, las mujeres son las protagonistas de este empeoramiento, ya que el 57,2% consideran que tienen menos salud que antes de la pandemia, frente al 48,8% de hombres que opina igual.
En concreto, la encuesta ha percibido un aumento significativo en el porcentaje de personas en riesgo de mala salud mental entre la población asalariada, que es del 60,6% en 2021, un 5,5% más que en 2020 y el triple que en 2016. Otra vez, el indicador es más alto en las mujeres (66,9%) que en los hombres (54,8%). En este caso, se nota la brecha generacional, ya que los datos se disparan en los trabajadores de entre 16 y 34 años, el 68,2% de los cuales se encuentran en valores considerados de riesgo para la salud mental.
Encuesta COTS
También se detecta una relación entre las profesiones con salarios más bajos y el riesgo de salud mental alto. Por ejemplo, 3 de cada 4 trabajadoras de tiendas de alimentación están clasificadas en el segmento de "mala salud mental". En este sentido, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha dicho que "la precariedad y los bajos salarios son un agravante" de todas las patologías estudiadas, y ha reivindicado que hay que subir el salario mínimo interprofesional (SMI) e impulsar un "cambio de patrón en la cultura empresarial "para conseguir sueldos dignos.
SE MULTIPLICAN LAS CONDICIONES "DE ALTA TENSIÓN" EN EL TRABAJO
Uno de las "peores" datos que muestra la encuesta, según sus autores, es el elevado número de personas que trabajan en condiciones "de alta tensión", que sube a casi la mitad de la población asalariada, cuando en 2016 se situaba en el 22,3%.
Una persona se encuentra situación de "alta tensión" cuando "las exigencias en el trabajo son altas", "tiene más trabajo del que puede hacer en el tiempo asignado", o tiene "poca influencia sobre sus tareas", han explicado en la presentación. Este es un factor importante, ya que la encuesta recuerda que si se trabaja bajo mucha presión, hay un 34% más de probabilidades de tener cardiopatías coronarias y un 82% más de sufrir ansiedad o depresión.
Encuesta COTS
En concreto, son las ocupaciones feminizadas -trabajo doméstico o de cuidados- las que están más expuestas a presiones, así como las profesiones con sueldos más bajos de sectores como la restauración. "No se puede cambiar el factor genético que causa una enfermedad, pero si las condiciones de trabajo que la provocan. Es inadmisible socialmente que no hagamos nada ante riesgos conocidos que crean desigualdades de salud tan importantes", ha apuntado la socióloga del Istas y del grupo de investigación POWAH-UAB, Clara Llorens.
Un trabajo con condiciones de "alta tensión" puede derivar a los trabajadores a la compra de psicofármacos. De hecho, el consumo de tranquilizantes y analgésicos también se ha analizado en la encuesta y las cifras que se han recogido son similares a las del 2020, siendo más acusado en el caso de las ocupaciones feminizadas y precarias. Por ejemplo, un 30% de las mujeres que han respondido a la encuesta han consumido tranquilizantes en el último mes, mientras que en el caso de los hombres el dato era del 18%.
Encuesta COTS
LOS EFECTOS DE LA PANDEMIA
Un año después del estallido de la pandemia, se ha notado una mejora "significativa" en la disponibilidad de medios de protección. A diferencia de hace 12 meses, cuando un 60% de las personas aseguraban que no trabajaban protegidas, un 33% de los encuestados han afirmado que no tienen las medidas de protección adecuadas. La situación ha mejorado especialmente entre los sanitarios, pero todavía hay una parte "significativa" de profesiones de primera línea que no están siempre salvaguardados "como el profesorado primario e infantil, conductores de transporte público, camareros, trabajadores de supermercados o peones de construcciones".
En cuanto al teletrabajo, los autores del informe han indicado que "no ha venido para quedarse", después de que haya disminuido a la mitad de los valores de mayo del 2020. La socióloga del Istas, Clara Llorens, ha dicho que este descenso se explica porque muchos de los trabajos no se pueden hacer en remoto, porque las prácticas de gestión laboral generalizadas en el Estado "se basan en el presencialismo" y por "la escasa digitalización" de las empresas.
El estudio también muestra que el fenómeno de ir a trabajar con síntomas de covid ha mejorado, pasando de un 13% al 7%.
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