Salvador Samper: "La víctima de violencia de género digital necesita del acompañamiento de un informático forense"

El presidente del Observatorio Español de Delitos Informáticos asegura que este tipo de violencia "puede ser más letal" que la física y que las mujeres que la sufren deben entender que "el suicidio no es la única salida".

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Cuando hablamos de una mujer víctima de violencia machista tendemos a pensar en que es una persona que recibe agresiones físicas o a la que su pareja o ex pareja somete a maltrato psicológico, por ejemplo, al limitarla a la hora de vestir, al prohibirle salir con sus amigos o al culparla de cosas de las que no tiene ninguna culpa. Pero no podemos olvidarnos de la violencia de género digital, que también existe y causa muchas muertes. Algo sobre lo que quieren concienciar desde el Observatorio Español de Delitos Informáticos (OEDI), desde donde también trabajan para ayudar a las víctimas.


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Iconos de redes sociales por las que algunas mujeres son acosadas, coaccionadas o amenazadas /@EP


OEDI nació a partir de la necesidad de visibilizar el problema del aumento de los delitos informáticos en España. Su objetivo era informar a los ciudadanos sobre la legislación vigente en materia de ciberdelitos y fomentar las denuncias formales ante los organismos competentes.


Salvador Samper, presidente de OEDI, ha explicado a Catalunyapress que "se debe garantizar el tratamiento correcto de la protección de datos, pero por encima siempre va a existir la seguridad de la vida de las personas".


SALVADOR SAMPER: "ES IMPORTANTE QUE LA VÍCTIMA ENTIENDA QUE EL SUICIDIO NO ES LA ÚNICA SALIDA"


Tal cual está hecha la ley, comenta Samper, "las víctimas denuncian, pasan por el juez y luego son derivadas al especialista que recibe una hoja redactada en la que se le explica el caso pero no conocen realmente a la afectada". Explica que esto conlleva mucho tiempo, meses, y eso en el caso de las mujeres que deciden denunciar la violencia digital; muchas ni siquiera lo hacen.


Pero en el caso de las que sí que dan el paso, desde que lo hacen hasta que llegan al especialista pasan meses. Y algunas terminan quitándose la vida antes. Por eso, desde OEDI trabajan con un modelo diferente, el de "la escucha activa, pues lo primero que necesita la víctima es que la escuchen. Se les ha de hacer entender, pues tienen una visión túnel de la situación, que queremos escucharlas para poder abordar el problema y que el suicidio no es la única salida", afirma el presidente del observatorio.


Además, Salvador Samper afirma que el "OEDI lleva muchos años luchando para que se establezcan puntos de atención temprana a las víctimas para cubrir una situación de vulnerabilidad extrema". E insiste en que desde el observatorio, "los propios especialistas hablan directamente con las víctimas, rompen un muro, las conocen", algo que no ocurre con el sistema tradicional.


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Gráfico de OEDI sobre las víctimas de delitos informáticos en 2019 /@OEDI


"RECOPILAMOS INFORMACIÓN OBJETIVA PARA QUE EL AGRESOR NO ESCAPE DE UNA CONDENA QUE MERECE CUMPLIR"


La escucha activa es algo que desde el Observatorio Español de Delitos Informáticos ofrecen a cualquier mujer víctima de este tipo de violencia. Sin embargo, aunque quieren ampliarlo, solamente cuentan con puntos de Atención Temprana a la Víctima de Violencia de Género Digital en la Comunidad Valenciana y en Zaragoza, desde donde atienden personalmente a estas mujeres y avanzan en su caso, recopilando información que más tarde puedan presentar como prueba ante el juez.


En esos lugares, tras el primer contacto con la víctima y después de ofrecerle el acompañamiento psicológico, continúan "avanzando, obteniendo datos de carácter crítico que la víctima necesite preservar. Algunas tienen mensajes de whatsapp, otras tienen mensajes por Instagram", afirma Samper. Además, relata que desde OEDI tratan de "salvaguardar las evidencias. De crear alrededor de la víctima cierta seguridad y garantizar que todas las medidas se cumplan para que los informes que se emiten sean con la información más objetiva posible a manos de su señoría para que el agresor no encuentre la forma de escapar de una condena que merece recibir".


Por otro lado, apunta que tras una denuncia convencional, a la víctima se le requisaría el teléfono móvil o el ordenador para hacer un volcado de la información y que podría estar sin estos objetos incluso meses. En su caso, lo que hacen los ATV físicos "es, en presencia de la víctima, hacer el volcado de su dispositivo y cuando se marcha se lo lleva, no lo tiene que dejar seis meses" con ellos.


"LA AGRESIÓN DIGITAL PUEDE SER IGUAL O MÁS LETAL"


Salvador Samper comentó a este medio que hacen "un llamamiento total y absoluto" y aseguró que se ofrecen "para reunirse con las fuerzas policiales, a nivel político y con los diferentes estamentos para tratar de abordar una situación" a la que cree que pueden "aportar mucho para dilucidar si existen puntos ciegos en los que las víctimas necesitan de servicios que no encuentran".


Cree que pueden ayudar a entender por qué "el 75% de las víctimas no habían denunciado" y considera que se deben "hacer análisis críticos para reforzar las instituciones". Por eso, piensa que su ayuda es fundamental: "Tenemos los suficientes datos para combatir estos problemas que se basan en la ignorancia", dice.


Unos problemas que, según el presidente de OEDI, son globales. Para ello, pone varios ejemplos. Así, habla del caso de una mujer de Cartagena que recibía contenidos explícitos a través de un hombre que se escondía en el anonimato por redes sociales. También del caso de Verónica, una trabajadora del sector de la automoción que se quitó la vida hace un par de años después de que se difundiesen vídeos privados suyos de carácter sexual. Nombra el caso de violencia vicaria de Barcelona, en que un hombre mandó vídeos a la mujer antes de matar a los hijos que tenían en común. Pero además, nombra el caso de una policía de Argentina que en 2020 se suicidó tras la difusión por parte de terceros de contenidos íntimos.


Todas las mujeres que son acosadas o amenazadas por redes sociales, las que son localizadas por sus agresores con la ayuda de un GPS, las que ven cómo sus imágenes íntimas son difundidas por terceros a través de Internet, las que son observadas sin su consentimiento por una webcam. Todas ellas son "víctimas de violencia de género digital que necesitan una atención temprana, no en el tiempo".


Para Samper, no necesitan el típico consejo de "bloquea al usuario en la red social" porque esto tiene consecuencias negativas. "Si bloquean, no pueden demostrar que es algo reiterado y, además, no sirve porque sus agresores se crean otros perfiles o adquieren otros números de teléfono. Lo que necesitan es una psicóloga que las acompañe, pero también a un informático forense para que tengan una asistencia integral y no parcial".


INFÓRMATE CON LA GUÍA BÁSICA DE OEDI




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