Un 74% de los sintecho considera el perro como su principal apoyo social, por delante de la familia o amigos
Esta es la conclusión a la que ha llegado un estudio elaborado por la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), la Fundación Affinity y FAADA.
Perro /@EP
Ya se ha vuelto una escena desgraciadamente "común" en una ciudad cosmopolita ver una persona sin hogar junto a algún tipo de animal, normalmente uno o más perros. La compañía, el sentimiento de fidelidad, una cadena de causas o simplemente la casualidad podrían ser posibles teorías por las que estas personas se unen a un can para hacer su vida un poco más fácil.
Lejos de hipótesis y muy vinculada a la realidad es la conclusión a la que ha llegado un estudio elaborado por la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que ha determinado que casi tres de cada cuatro sintecho -concretamente un 74%- considera a su perro como su principal fuente de apoyo social.
Así, los perros representan el 33% de la red de soporte social de los encuestados, muy por delante de los amigos (18%) -que empatan con los profesionales, como trabajadores sociales o psicólogos- los familiares (15 %), la pareja (11 %), los vecinos (3 %) y, por último, Dios (2 %).
En este sentido, tal y como explica la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA) que también ha colaborado en el proyecto, "el vínculo entre la persona y el animal es tan fuerte" que el 93% de los entrevistados han respondido como primera opción que creen que el perro sería quien no les abandonaría nunca. El mismo porcentaje también piensa que es con su perro con quien comparte más momentos felices y divertidos (93%) y con el que muestra más afecto (90%).
MEJORÍA DE LA SALUD EMOCIONAL
Las principales razones por las cuales el can se convierte en una fuente de apoyo para las personas con alta vulnerabilidad son -de acuerdo con el estudio- la posibilidad de realizar actividades compartidas, el consuelo, el contacto físico, la disponibilidad de un confidente y la responsabilidad de cuidar a alguien haciendo que la persona en cuestión se sienta más útil y con un propósito.
Asimismo, todo ello puede mejorar otros aspectos como la salud mental y emocional. Según explica Jaume Fatjó, director de la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona, "aquellos que viven en la calle y que disponen de un mayor apoyo social -como el que dan los perros- presentan menos síntomas de depresión, menos ideación suicida y un mayor comportamiento prosocial".
REDUCCIÓN DE LA FAMILIA TRADICIONAL COMO RESPALDO
La cifras del estudio también revelan que las personas sintecho hacen prevaler el perro al modelo de familia tradicional, basado en familiares y pareja, que representa el 26 % de su red social, siete puntos por debajo de los animales.
La responsable del proyecto #MejoresAmigos de FAADA -dedicado a visibilizar la complicidad entre perros y personas vulnerables- subraya que "el modelo de familia tradicional se está deconstruyendo y dejando paso a otro tipo de relaciones basadas en los cuidados y el respeto mutuo", de modo que en el marco de la precariedad, "los vínculos que incluyen animales tienen mucho que aportar a los nuevos patrones de familia".
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