Ferran Garrido: "En el confinamiento descubrí que se puede escribir poesía desde la alegría"

Este jueves 10 de febrero, el periodista, escritor y poeta Ferran Garrido presentó su tercer poemario Te escribo esta carta en Ámbito Cultura de El Corte Inglés de Callao, en Madrid. Una presentación multitudinaria en la que el autor fue sorprendido al ver que Nacho Maño y Gisela Renes habían hecho una adaptación musical de su obra, en concreto de los versos de Ser Agua y Del Temor de la Rabia.

El también poeta Rafael Soler fue el encargado de presentar este tercer libro de Garrido, un valenciano que lleva toda su vida dedicándose a las letras. Y sobre Te escribo esta carta dijo que es una obra de expresión limpia que va directa a los sentimientos y que se encuentra enmarcada dentro del movimiento conocido como poesía de la experiencia.

Desde Catalunyapress le hemos hecho una entrevista muy amena a Ferran Garrido para saber más de él y su obra. En ella hemos hablado de su faceta como poeta, de su inspiración y de lo que vamos a encontrar en su último trabajo. Una charla en la que ha dejado claro su amor por la poesía y ha tratado de hacérnoslo sentir a los demás.

El poeta Ferran Garrido durante la presentación de su tercer poemario /@María José Mercader

Para quien no te conozca, ¿quién es Ferran Garrido?

Pues soy periodista desde hace 36 o 37 años, he trabajado en Radio Nacional de España y soy redactor de telediarios de RTVE. Soy escritor, articulista de prensa y poeta. Básicamente escribo.

¿Por qué decidiste dedicarte a la poesía?

En la presentación de mi nuevo poemario, el otro día en Madrid, algunos amigos me mostraron poemas míos escritos en los años 80, mira si hace tiempo que la escribo. Creo que siempre he considerado la poesía como algo terapéutico. Cuando uno le da mucho al coco, encuentra en la poesía la forma de sacar lo que lleva dentro. La poesía sirve para sacar sentimientos que si uno se los queda dentro, se envenena. Decidí dedicarme a ella por pura necesidad.

¿Quiénes fueron tus referentes?

La base de cualquier persona que se dedique a la literatura, o incluso al periodismo, es leer. Hay que leer mucho. La generación del 27 es un referente inmediato. Lorca, Vicente Aleixandre, Miguel Hernández. Son referentes innegables, una referencia obligada. No nos olvidemos de escritores como Luis Rosales. La generación del 98 también es fundamental para entender la literatura o la poesía. A Antonio Machado hay que leerlo completamente. De la generación de posguerra hay un referente innegable que es Jaime Gil de Biedma. Y otro que me ha influido mucho es Luis Cernuda, por decirte algunos. Te diría muchísimos porque he leído a muchos. Más poetas que me han influido y a algunos de los cuales he tenido la suerte de conocer... Francisco Brines, que para mí era una referencia y un maestro de los poetas valencianos, falleció el año pasado después de recibir el premio Cervantes. Rafael Soler, otro poeta maravilloso que fue el que  presentó mi libro. O Joan Margarit, una auténtica maravilla leerle.

Dicen que Te escribo esta carta, tu tercer poemario, es más personal que La ausencia habitada (2014) y Reflejos (2018). ¿Qué vamos a encontrarnos entre sus páginas?

Sí, puede que lo sea. Son poemas, casi todos, escritos en la época más dura de la pandemia: el confinamiento. Yo además me confiné en solitario, estábamos todo el tiempo saliendo, haciendo reportajes, en una época dura en la que además solo había guantes y mascarillas. Pero en esas pocas tardes que uno estaba solo, nacieron estos poemas. Lo que vamos a encontrar aquí son mensajes. Cada poema es un mensaje para el lector. Una forma de repensar cosas que me pasaban por la cabeza. Mi poemario más personal. Otros pueden ser diferentes, pero en este tenía mucho tiempo para reflexionar, así que hay mucha reflexión en forma de verso.

Y además de en esto, ¿en qué se diferencia este de los anteriores?

El primer libro de poemas que publiqué es producto de un cambio vital tremendo en mi vida, son poemas muy duros, algunos muy amargos. Después llegó Reflejos, que es una forma de verme, pero no en mí mismo, sino en el entorno. O que el lector se vea reflejado alrededor. Y este no, este es reflexión pura, basado en un momento difícil, pero demostrando que no hace falta estar melancólico para escribir poesía, pues muchos de los poemas son muy positivos. Esa es la gran diferencia. Descubrí en medio de la locura del confinamiento que se podía escribir también desde la alegría o desde un intento de optimismo y no necesariamente desde la melancolía.

Descubrí en medio de la locura del confinamiento que se podía escribir poesía también desde la alegría y no necesariamente desde la melancolía

Hay cambios, por tanto, en cuanto al contenido o al modo en que nacen esos poemas. ¿Hay evolución también en la forma de mostrar los sentimientos, de escribirlos, o en el lenguaje?

Todos evolucionamos con el tiempo, el lenguaje es una herramienta muy viva. Hay formas distintas de concebir la poesía a medida que pasa el tiempo, a medida que nos hacemos mayores, así que supongo que sí hay una evolución.

Puede que sea una opinión personal, pero creo que para quienes no nos dedicamos a la poesía, escribirla nos parece algo muy complicado. ¿Cómo surge la poesía? ¿Cómo te inspiras?

La poesía va surgiendo poco a poco. Un poeta no tiene el mismo método de trabajo que el novelista, con su planificación, sus horarios, su documentación. La poesía surge. La poesía brota a borbotones. Tengo poemas escritos en una servilleta de un bar, en la parte trasera de una nota de prensa, en un bloc de notas que llevo siempre conmigo. Hay poemas que se escriben en medio minuto y otros que tardan una semana. A mí me parece más complicado escribir una novela y para algunos amigos novelistas, es más complicado escribir poesía.

La poesía surge, brota a borbotones.

He visto que en los poemarios o en Twitter, los poemas los acompañas de una fotografía. ¿Por qué?

Un crítico catalán, hace unos años, en un Sant Jordi, me puso el sobrenombre de 'el poeta de la imagen'. Al principio pensaba que era porque trabajo en televisión, pero resultó que era porque mis poemas van acompañados de una foto. Creo que esto viene del periodismo. Cuando en periodismo no podemos contar algo con palabras, usamos una fotografía, que nos cuenta otras cosas. En la poesía no es tan así, porque escribes lo que quieres como quieres y cada uno lo interpreta a su manera. Pero una foto puede apoyar mucho el mensaje que se quiere transmitir. Aunque hay fotos que al verlas te hacen comprender de inmediato lo que significa el poema y otras en que has de reflexionar para entender por qué el texto va acompañado de ellas.  Además esto es producto de la colaboración con un amigo, Pedro Ignacio Fernández, que ha leído mi obra y yo conozco la suya fotográfica casi al completo. Hay un diálogo entre su trabajo y mi poesía como podría haberlo entre una crónica periodística y la fotografía. Es para poner mas carga a la poesía.

Hablando de Twitter, ¿cómo influye la tecnología y las redes sociales en la poesía?

Las redes sociales consiguieron hace 8 o 10 años que la poesía se pusiera otra vez de moda. Algunos autores, cuando empezamos a publicar –que no a escribir poesía– lo hicimos a través de redes sociales.

Como bien decías antes, ya en los años 80 escribías poesía, pero no la publicabas. ¿Por qué decidiste hacerlo? ¿Qué pretendes conseguir, como autor, al hacer pública tu obra?

Nunca pretendí nada. Mi primer libro nació de casualidad. Me enteré cuando el libro estaba ya publicado, que obviamente me alegró mucho, pero fue así. No pretendes nada, que te lean, como todos los autores. Cuando los poemas se quedan en un cajón es como si las palabras se hubieran muerto. Pero cuando tu editor publica tu obra es como si tus palabras fuesen a quedar vivas para siempre. Es una satisfacción íntima. Es como si esos poemas no fueran a quedar muertos; cobra vida cuando se publican.

Presentación del poemario de Ferran Garrido en El Corte Inglés /@María José Mercader

¿Crees que la poesía es un género literario agradecido? 

Sí. La poesía es un género literario que va al corazón de las personas. Y es muy agradecido porque cada uno lo interpreta como quiere. A mí me sorprende que algunos de mis poemas, con carga social, ideológica etcétera, alguien los interprete como un poema de amor. Yo digo, "pues mira, no lo había visto así". La poesía es muy agradecida con el lector, porque él la adapta a su estado de ánimo, a su percepción. Tengo una amiga que dice que la poesía no deja de ser una expresión de la filosofía. La poesía es belleza y la belleza es muy agradecida para quien la contempla. Por otro lado, que le pongan música a mis versos es increíble, me sorprende. Las canciones que escuchamos en la presentación, en acústico, son maravillosas. Y cuando acaben con la orquestación y sigan musicando más poemas... con esto uno se da cuenta de lo agradecido que es esto. Letras que son mejores o peores, más hermosas o menos, pero al final el arte interactúa con el arte, con música, voces maravillosas, fotografía, textos y poesía.

Uno de los poemas de Ferran Garrido, musicado por Nacho Mañó y Gisela Renes @oléLibros

¿Qué le dirías a alguien que de primeras no está interesado en este género literario?

Sabemos que la poesía no es el género que más se vende, pero todo el mundo tiene algún poema que le ha tocado el corazón. Lorca decía que la poesía no necesita lectores sino amantes. Esto no es coger un libro y leerlo como una novela, del tirón. Se puede leer poco a poco, hay que aficionarse poco a poco, pero hay que hacerlo. Porque en nuestro país tenemos muchísimos referentes a los que la gente debe leer y comprar, porque sino es muy difícil que la poesía coja fuerza y se edite. Poquito a poco, y ya el aficionado que la devore. Ahora se está publicando una colección de poesía, que sacan cada quince días un libro de uno de los clásicos. Rubén Darío etcétera. Qué forma tan maravillosa de acercarse a esos poemas que tanto se han leído. Hay que leer poesía, es una forma de acercarse a la belleza.

Seguro que tras esta entrevista, alguno de nuestros lectores comienza a aficionarse poco a poco a la poesía. Muchas gracias, Ferran, por tu tiempo.