De víctimas a supervivientes: claves para luchar en positivo contra la violencia de género
Lledó Barberá.- La historia de Ana Bella es un claro ejemplo de superación. "Sufrí malos tratos durante 11 años hasta que una madrugada me escapé de mi casa con mis cuatro hijos/as, denuncié y fui a una casa de acogida", relata ella misma, que prefiere que se hable de las mujeres que sufren algún tipo de violencia como supervivientes y no como víctimas.
Lledó Barberá.- La historia de Ana Bella es un claro ejemplo de superación. "Sufrí malos tratos durante 11 años hasta que una madrugada me escapé de mi casa con mis cuatro hijos/as, denuncié y fui a una casa de acogida", relata ella misma, que prefiere que se hable de las mujeres que sufren algún tipo de violencia comosupervivientes y no como víctimas. En 2006 creó una Fundación, que lleva su nombre, con la que ayuda a las mujeres maltratadas a romper su silencio. Desde 2011 colabora con Danone por el Empoderamiento de la Mujer, en el que apuestan por la integración laboral de estas mujeres como elemento clave para dejar atrás la violencia.
Actualmente, 1 de cada 10 mujeres españolas sufre algún tipo de violencia a la largo de la vida pero solo el 27% de las mujeres lo denuncia. Además, el deterioro psicológico que muchas mujeres sufren las inhabilita para tomar decisiones y buscar salidas a su situación. Y, si también sumamos una gran percepción de ausencia de protección, el miedo y la precariedad socio-económica, la luz al final del túnel la ven cada vez más lejos.
Para Bella, "las mujeres maltratadas no son una lacra social sino que son parte de la solución" ya que tienen unos valores -fortaleza, persistencia, búsqueda del éxito- básicos para poder trabajar de cara al público y en puestos de trabajo en los que "lleguen a sentirse valoradas" pero necesitan de la confianza de una empresa para poder hacerlo. Por eso, reclamaba un cambio de paradigma en las empresas, que tenían que pasar de verlas como "mujeres con un ojo morado" a "agentes de cambio social".
Aquí es donde entró en juego Danone, que junto con la Fundación Ana Bella crearon el proyecto innovador Escuela Social Ana Bella para el Empoderamiento de la Mujer, que ofrece a las mujeres que han sufrido violencia de género la oportunidad de ser embajadoras de la marca como asesoras de cara al público.
Más de 550 mujeres se han beneficiado de este proyecto, en el que las mujeres consiguen pasar de sentirse víctimas a supervivientes para más adelante ser agentes de cambio social que pueden sensibilizar sobre esta problemática y ayudar a otras mujeres a salir del círculo de la violencia.
El Empoderamiento de la Mujer se consigue a través de tres vertientes diferentes. En primer lugar, la económica ya que este trabajo en Danone es únicamente un trabajo trampolín hacia aquellas áreas que más les interesen y les aporta la independencia económica necesaria para poder cuidar de su familia. En segundo lugar, la vertiente personal con la que consiguen volver a confiar en ellas mismas y cambiar su autopercepción y tener una visión más positiva. Y, por último, la social las ayuda a poder volver a relacionarse con "normalidad" con otras personas, ayudar a otras mujeres que estén pasando por lo mismo y convertirse en agentes del cambio social.
"Hemos dejado de ser protagonistas por haber muerto y somos protagonistas por haber cambiado un poco el mundo", aseguró orgullosa Ana Bella. Así lo corroboró Graci Prada, que aseguró que "después de escuchar todos los días de tu vida que 'no vales para nada', la primera vez que alguien te da las gracias por tu trabajo no te lo puedes creer".
Y añadió: "Gracias a este proyecto he tenido la oportunidad de salir en positivo de la etapa de violencia de género. La formación profesional y personal, y la integración en un equipo de trabajo valorado socialmente, me han permitido tener una independencia económica, reforzar mi autoestima y asumir nuevos retos de los que antes me veía incapaz".
Al final, tal y como quiso destacar Ana Bella, lo más importante es que la sociedad deje de ver a las mujeres que sufren maltrato como una lacra y que se las ayude a salir del círculo vicioso de la violencia de género. "Las mujeres maltratadas dejamos que se nos violen los derechos humanos por amor" ya que para Bella, solo hay tres formas de salir adelante: "cuando te das cuenta que es una situación de vida o muerte -como fue su caso-, porque maltratan también a los hijos o porque alguien te estira de la mano y te ayuda a salir".
Sin duda, es una buena iniciativa para ayudar una vez el daño esta hecho, pero ¿cómo evitar que se den casos de violencia machista? Para Bella, la solución pasa por "educar en igualdad y con empatía".
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