Hallan una nueva conexión entre el envejecimiento celular y el desarrollo del cáncer

Un trabajo del Instituto de Investigaciones Biomédicas, centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), han identificado un nuevo regulador del envejecimiento o senescencia celular, proceso en el que las células limitan su proliferación en respuesta al estrés, y el desarrollo del cáncer.

 

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Un trabajo del Instituto de Investigaciones Biomédicas, centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), han identificado un nuevo regulador del envejecimiento o senescencia celular, proceso en el que las células limitan su proliferación en respuesta al estrés, y el desarrollo del cáncer.


En los últimos años, la investigación en el campo de la senescencia ha experimentado un avance espectacular que ha puesto de manifiesto el papel clave de este proceso en muy diversas situaciones, desde patologías como cáncer o fibrosis hasta el desarrollo embrionario.


Su activación, de forma programada o no, provoca que la célula deje de dividirse y eventualmente puede llevar a su eliminación mediada por el sistema inmune. De hecho, se sabe que una gran variedad de situaciones fisiológicas y patológicas, dependen en gran medida del correcto funcionamiento de la senescencia celular. Y errores en este equilibrio, por exceso o por defecto, pueden tener consecuencias dramáticas, como malformaciones durante el desarrollo o la formación de tumores.


En este caso, y mediante el análisis de genes que se expresan de forma diferencial en células senescentes, los autores del estudio cuyos resultados publica la revista 'Oncogene' identificaron una proteína denominada SIX1, conocida por su importancia en desarrollo y en cáncer y juega un papel clave en la formación de diversos órganos durante el desarrollo embrionario.


Su inactivación en ratones da lugar a defectos en riñón, los músculos o el oído mientras que en humanos, su mutación está asociada al síndrome Branquio-Oto-Renal, una enfermedad rara caracterizada también por importantes defectos en oído y riñones.


Una vez completado el proceso de organogénesis, la expresión de SIX1 en el adulto es muy limitada, pero se reactiva de forma aberrante en una variedad de tumores humanos, especialmente en aquellos más agresivos e invasivos.


"Nuestros resultados, obtenidos con técnicas de biología molecular y celular y análisis de expresión génica, revelan ahora un nuevo papel para esta proteína como regulador esencial de senescencia", ha explicado Ignacio Palmero, investigador principal del estudio.

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