Barbat: "La ‘Conselleria’ de Exteriores busca erosionar la convivencia"
Sergio Fidalgo.- María Teresa Giménez Barbat, la única eurodiputada catalana, elogia a su ex compañero en la cámara Juan Carlos Girauta, del que asegura "le da confianza en Ciudadanos". Pero afirma con rotundidad que "sigo en UPyD y no me planteo cambios inmediatos", aunque fue una de las intelectuales que firmaron el manifiesto fundacional de C’s. Asegura que sus dos ejes de actuación serán "trabajar por el fortalecimiento del proyecto europeo" y "combatir los intentos de los independentistas catalanes de manipular a la opinión pública internacional".
Sergio Fidalgo.- María Teresa Giménez Barbat, la única eurodiputada catalana, elogia a su ex compañero en la cámara Juan Carlos Girauta, del que asegura "le da confianza en Ciudadanos". Pero afirma con rotundidad que "sigo en UPyD y no me planteo cambios inmediatos", aunque fue una de las intelectuales que firmaron el manifiesto fundacional de C’s. Asegura que sus dos ejes de actuación serán "trabajar por el fortalecimiento del proyecto europeo" y "combatir los intentos de los independentistas catalanes de manipular a la opinión pública internacional".
¿Cuáles serán los ejes principales de su acción como eurodiputada?
Soy una europeísta convencida porque la Unión ha sido determinante para la paz y la estabilidad de una Europa que aún recuerda las dos grandes tragedias bélicas que se vivieron en el siglo XX y que asolaron el continente. Daré todo mi apoyo a políticas de armonización -fiscales, migratorias, de defensa, etc-, que nos lleven en un futuro a una federación de los Estados que conforman la Unión.
¿Algún otro frente de actuación?
Los eurodiputados catalanes que no somos nacionalistas tenemos que hacer oír nuestra voz pues los independentistas intentan manipular a la opinión pública internacional para conseguir sus objetivos.
¿Cómo lo harán?
Lo primero que se ha de reconocer, aunque no comparto en absoluto sus ideas y sus planes, es que lo han hecho bien, y que han trabajado de forma muy sistemática para conseguir sus objetivos. Son persistentes, han estado en todas partes para intentar convencer a las instituciones comunitarias.
¿Entonces?
Hemos de ser tan constantes como lo son los eurodiputados independentistas, trabajar con tanto empeño como ellos y buscar el máximo de apoyos en el Parlamento para demostrar que la mayoría de catalanes estamos orgullosos de ser españoles y europeos. Con constancia, sin rendirnos y siendo siempre positivos y apostando por el proyecto de convivencia que representa la UE. Pero combatir ideológicamente a los nacionalistas catalanes no va a serlo todo…
Cuente…
Se ha de promover el diálogo entre los ciudadanos y las instituciones de la Unión Europea para contribuir al fortalecimiento de un sentimiento europeo compartido. También en impulsar políticas novedosas y efectivas. Para ello organizaremos una plataforma de debate y de discusión que se llamará Euromind.
¿En qué consistirá?
En una tribuna que promoverá encuentros con expertos al máximo nivel. Por un lado, para favorecer un humanismo integrador que pueda acercar a ciudadanos de orígenes muy distintos, y en la defensa de una secularización que nos ha traído la paz y la convivencia y que ahora está amenazada. Los fundamentalismos y los nacionalismos ponen en cuestión estos dos principios y erosionan nuestro gran proyecto europeo. Por otro, exploraremos la relación entre la ciencia y la política. Muchos de los actuales desafíos -la crisis migratoria, los sentimientos identitarios, las políticas educativas, etc- necesitan soluciones basadas en la realidad y no en la ideología.
¿Cómo valora la creación de la Consejería de Exteriores por parte de la Generalitat?
Es una iniciativa más dentro de la estrategia constante de erosión de la convivencia entre los catalanes y el resto de españoles. No tiene nada que ver con la promoción económica de Cataluña como lo demuestra, por si hiciera falta, que una de las delegaciones la quieren abrir en el Vaticano. No se puede permitir...
¿Cómo?
No es una competencia autonómica, es estatal. Es un desafío intolerable y hay que exigir que se cumpla la ley.
Como eurodiputada está adscrita a ALDE, el grupo de los liberales. Allí también están los diputados de Ciudadanos. ¿Cómo es la convivencia?
Muy buena. Tenemos objetivos comunes, y desde la eurocámara se ven las cosas de otra manera…
Usted fue una de las firmantes del manifiesto fundacional de Ciudadanos, pero es eurodiputada de UPyD. ¿Facilita o dificulta esta circunstancia el entendimiento?
No veo ninguna contradicción. En los inicios éramos la misma gente con objetivos comunes: la denuncia de un nacionalismo que destruía la convivencia entre los españoles y la regeneración democrática. Lástima que por una serie de razones acabáramos en dos formaciones diferentes. Al final la gente exigió que está unión que defendíamos se reflejase también en un acuerdo entre ambos partidos, y quien puso más obstáculos fue penalizado por el electorado.
¿Y cuál es su situación personal?
Tengo tres y años y medio por delante para trabajar por lo que nos une en la Eurocámara. Defenderé un programa compartido en su mayor parte tanto por UPyD como por Ciudadanos. De momento no me planteo cambios pues me siento cómoda dentro del grupo de los liberales europeos. Yo me fui de Ciudadanos porque en un momento dado abandonaron esa idea de transversalidad que me parece tan importante…
Pero no dejó de combatir al nacionalismo.
Ya, pero pensé que ese no era el espíritu con el que se fundó C’s, un partido que ponía los objetivos por delante de la adscripción ideológica, que defendía la libertad y la igualdad de partida de todos los ciudadanos. Con el tiempo ha madurado y está preparado para una nueva política que no demonice al oponente, que acabe con los resabios guerracivilistas, tan desastrosos.
¿Y cómo ve el futuro de UPyD? Rosa Díez ha pedido la disolución del partido.
Hay un debate entre los que quieren mantener la llama y los que prefieren disolver la formación para evitar la decadencia de lo que fue un gran proyecto. Pero me temo que no hay mucho futuro. Me hubiera gustado otro final. El esfuerzo de tanta gente estupenda lo merecía.
Uno de sus ex compañeros de grupo en la Eurocámara, Juan Carlos Girauta, ha dado el salto a la política nacional, y es el portavoz de su grupo en el Congreso. ¿Ha acertado o errado cambiando Bruselas por Madrid?
Su partido y él son quienes han de valorar este cambio. Lo que sí puedo decir es que compartimos puntos de vista sobre política. Además es una persona culta y con valores. El hecho de que haya gente como él me inspira confianza. Ahora ya estamos trabajando con C's en el Parlamento europeo y me siento optimista sobre el futuro de nuestro proyecto. Ya veremos lo que pasa.
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