El Consorci Sanitari de Terrassa grita ‘no’ al cuarto plan de recortes
CatalunyaPress.- El CST cerró 2015 con un déficit de cinco millones de euros. Desde 1988, ha acumulado 33 millones de deuda. Sus trabajadores, hartos, señalan la "mala gestión" como la causante de la situación.
CatalunyaPress.- "Somos el único centro sanitario de Catalunya que cerró el 2015 con un déficit de cinco millones de euros". Así lo revela Xavier Lleonart, el presidente del Comité d’Empresa del Consorci Sanitari de Terrassa (Barcelona), entidad pública de la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Terrassa y la Fundació Sant Llàtzer creada en 1988.
El Consorci Sanitari de Terrassa (CST) (que aglutina en total siete centros de atención primaria, un hospital de atención a pacientes agudos, un centro sociosanitario, un hospital de día para pacientes de Alzheimer, la Unidad Asistencial del Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat y la única Unidad de Hospitalización Penitenciaria de toda España) posee un déficit acumulado, desde la fecha de su fundación, de 33 millones de euros.
Ahora el Comité d’Empresa del CST (que desde enero de este año carece de gerente, si bien desde el 2014 y hasta hace dos meses lo fue Ignasi Riera), que culpa la "mala gestión" durante estos años como la causa de semejante deuda, denuncia que la dirección de la entidad exige de los trabajadores un "esfuerzo" para "ajustar las cuentas" del Consorci. La dirección les ha dicho que que, si no se lleva a cabo ningún plan de recortes, en el 2016 el déficit será de ocho millones de euros.
MÁS RECORTES
"Lo que nos están planteando –se queja Lleonart— son más recortes en nuestros derechos laborales". Así, por ejemplo, según el plan que la dirección de la empresa, colectivos como el de enfermería verían aumentadas las horas de sus jornadas y, en general, el equipo sanitario tendría menos días festivos.
El presidente del Comité d’Empresa del CST lamenta que una de las medidas que la dirección baraja es el reordenamiento de los horarios de todo el personal que afectaría sobre todo a los facultativos. Así, estos comenzarían a trabajar por turnos (algunos días de mañana; otros de tarde), lo que haría difícil que las mismas personas coincidieran en las mismas labores.
Tal y como recuerda Xavier Lleonart, los trabajadores del Consorci Sanitari de Terrassa han acatado ya tres pactos de recortes desde el año 2010 y por eso se niegan ahora a aceptar un cuarto. "Todo esto es culpa de la ineficiencia de la gestión interna", denuncia.
Además, otro de los puntos más delicados que tocan al CST es el Catlab, empresa creada en el 2008 que gestiona las peticiones analíticas del Consorci y de las mutuas. "El gerente en aquel momento [Pere Vallribera, que lo fue desde el 2003 hasta el 2014] nos dijo que el laboratorio del Consorci podía estar en riesgo y que, para ser competitivos, debíamos fusionarnos. Todo el Comité d’Empresa estaba en contra, pero nuestro laboratorio se fusionó con Mutua de Terrassa. Así nació Catlab", cuenta Llenoart.
Ocho años después, Catlab es una estructura externa al hospital –por tanto, genera más gastos--, gestiona las analíticas de otros centros y pertenece en un 50% al CST y a la Mutua de Terrassa. Así, al no tener el Consorci una propiedad mayoritaria sobre el laboratorio, la Sindicatura de Cuentas dijo en el 2013 que no podía considerarlo una empresa pública y, de esta manera, debe presentarse a un concurso y competir con otras para gestionar las analíticas del hospital.
Catlab genera cada año un millón y medio de euros de déficit.
Con motivo de todo este malestar, el Consorci convocó el viernes pasado unas concentraciones en todos sus centros para protestar por la situación que se les intenta imponer desde la dirección y la Generalitat. Lleonart asegura que lo que está pasando en el CST no ocurre en ningún otro centro de Catalunya.
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