Denunciado un concejal de la CUP por coaccionar a un médico para culpar a la Urbana
Josep Garganté habría, presuntamente, presionado para modificar un informe sobre las lesiones de un 'mantero'.
Josep Garganté, concejal de la CUP en Barcelona, irá a juicio el viernes 22 de abril después de que un médico lo denunciara por una presunta coacción para que modificara un informe sobre las lesiones de un 'mantero'. Garganté quería, presuntamente, atribuirlas a una agresión de la Guardia Urbana. La CUP ya ha negado esta acusación.
Según el auto, consultado por Europa Press, a las 16.40 horas del 23 de marzo de este año la Urbana realizó un dispositivo de disuasión de la venta ambulante en la zona de la estación de Metro de Drassanes, y Modou B. resultó herido en la dispersión de varios 'manteros'.
El 'mantero' fue trasladado al centro sanitario Peracamps, donde fue atendido por un médico, cuyo informe determinó que las lesiones eran fruto de una caída.
Sobre las 20.00 horas, Garganté fue al centro sanitario junto a otras personas que no han podido ser identificadas y pidieron entrevistarse con el médico.
Según el auto, se entabló una discusión en la que Garganté pidió que en el informe constara que se había empujado al 'mantero', por lo que sus lesiones eran fruto de una agresión, pero el médico no accedió y denunció al concejal, que será juzgado por un delito leve.
LA CUP LO NIEGA
La líder de la CUP en el Ayuntamiento, Maria José Lecha, ha negado en rueda de prensa preguntada por los periodistas que Garganté coaccionara al médico, y ha asegurado que se limitó a pedirle que volviera a atender al 'mantero', ya que sostiene que en el primer examen había estado presente un agente de la Urbana.
"Lo que pedimos al médico fue que hiciera lo mismo que había hecho pero en una relación estrictamente entre médico y paciente" y sin la presencia de terceras personas, ha dicho Lecha en un acto al que también ha asistido Garganté, que no se ha pronunciado sobre los hechos.
Tras resaltar estar convencida de que con el médico se produjo un malentendido, ha acusado a agentes de la Urbana de grabar en secreto la conversación de Garganté "mientras ejercía su actividad de representación política, algo que es muy grave".
Además, ha asegurado que los agentes instaron al médico a denunciar: "Consideramos que podría suponer una coacción el hecho que instigaran al médico diciéndole que lo que había pasado podía ser constitutivo de delito. Para nosotros esto sí que es una grave coacción".
Ha advertido de que la denuncia se enmarca en una campaña represiva contra los vendedores de 'top manta', y ha destacado que la CUP tiene "la obligación moral de continuar apoyando al colectivo y a todos los que estén criminalizados".
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