El exdirector de los Mossos, "convencido" de que Ester Quintana perdió su ojo por un proyectil policial
Sin embargo, no ha señalado a los dos agentes que están acusados.
Manel Prat, director de los Mossos d'Esquadra cuando Ester Quintana perdió un ojo en la huelga general de noviembre de 2012, ha dicho estar "convencido" de que fue un proyectil policial lo que lesionó a la víctima. Sin embargo, en su declaración como testigo este lunes en juicio, no ha señalado a los dos agentes que están acusados.
En la vista que se celebra en la Audiencia de Barcelona, Prat ha reiterado que en ningún momento autorizó el uso de pelotas de goma durante la manifestación, que siguió todo el día desde el gabinete de crisis, ha relatado.
En el banquillo de los acusados se sienta el escopetero que presuntamente disparó y el subinspector de la furgoneta Dragó 40 que dio la orden de disparar, pese a que la situación estaba tranquila en aquel momento y era innecesario ningún tipo de disparo, según el escrito de acusación de la Fiscalía, que pide dos años de cárcel para cada uno de los dos agentes.
Prat ha reconocido que los Mossos han cambiado la versión varias veces, según él por falta de información, y que sucesivamente recibieron grabaciones de vídeo de la zona --Passeig de Gràcia con Gran Via-- hasta concluir que sí hubo disparos; en un principio el entonces conseller de Interior, Felip Puig, había negado cualquier responsabilidad de los Mossos.
"Los informes que nos iban pasando no eran suficientemente rigurosos", ha justificado Prat, que ha insistido en que en todo momento se han movido para saber la verdad, pero ha reconocido errores en la investigación.
CAMBIOS DE VERSIÓN
También ha relatado que, en un momento dado de la investigación, los agentes de otra de las tres furgonetas que formaban la unidad (la 414) cambiaron de versión y reconocieron que se adelantaron a la furgoneta de los acusados y que dispararon sin seguir el protocolo.
Según él, éste fue uno de los detonantes de que la Conselleria de Interior reconociese en julio de 2015 que la lesión de Quintana tenía un origen policial; finalmente, el Departamento indemnizó a la víctima con 260.000 euros.
Al preguntársele si dimitió, en mayo de 2014, por la crisis originada por esta causa, Prat ha reconocido que "todo afecta", pero que no fue en exclusiva por este caso.
OTROS TESTIGOS
También ha declarado como testigo el que entonces era jefe de los antidisturbios de los Mossos, la Brigada Móvil (Brimo), Marc Caparrós, que ha coincidido con Prat en que ese día no había orden de lanzar pelotas de goma, solamente salvas --disparos sin munición-- y proyectiles 'foam'.
Caparrós ha reconocido que cuando sucedieron los hechos, el control de los movimientos de las furgonetas y de la munición que se utilizaba en cada operación no era exhaustivo, algo que ha asegurado que empezó a hacerse más específico por petición de él con posterioridad; de ahí, según él, la dificultad para averiguar quien hirió a Quintana.
También en calidad de testigos han declarado tres compañeros de furgoneta de los dos acusados que han coincidido en que no vieron disparar al escopetero ninguna pelota de goma durante su breve intervención en Passeig de Gràcia con Gran Via.
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